Alimentación

Una dieta rica en fibra ayuda a frenar el mieloma múltiple y otros tumores

La ingesta de comida de origen vegetal logra mejoras en la microbiota y en el metabolismo para desarrollar un sistema inmunológico más fuerte

Los españoles ingieren alrededor de 13 gramos al día de fibra
Los españoles ingieren alrededor de 13 gramos al día de fibraDREAMSTIMELA RAZÓN

El mieloma múltiple es una neoplasia de la sangre, la segunda en orden de frecuencia tras los linfomas. «Se trata de una enfermedad oncológica en la que unas células del cuerpo (las plasmáticas) se multiplican sin control. Estas células las tenemos todas las personas en nuestra médula ósea (el tejido blando que se encuentra dentro de los huesos), encargadas de producir anticuerpos (también llamados inmunoglobulinas) ayudándonos así a combatir principalmente infecciones», explica Esther González, jefa del servicio de Hematología del Hospital Universitario de Cabueñes, Gijón.

Pero el sello distintivo de esta enfermedad tumoral, que la diferencia de otras, «es su tendencia a recaer, ya que la mayoría de los pacientes van a necesitar tratamientos sucesivos. Esto provoca que sea importante desde el diagnóstico optimizar al máximo la situación clínica del paciente, y es ahí donde resulta esencial el abordaje nutricional para disminuir el riesgo de complicaciones y evitar el deterioro de la calidad de vida, porque se presupone, en el momento actual y con las nuevas alternativas terapéuticas, supervivencias largas», advierte Nuria Valdés, jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Cabueñes.

Ensayo clínico pionero

En este escenario, hay avances nutricionales que pueden resultar prometedores, tal y como se puso de manifiesto en la última reunión anual de la Sociedad Americana de Hematología. En concreto, investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center han realizado el primer ensayo clínico que muestra que una intervención dietética rica en fibra basada en vegetales puede retrasar la progresión hacia el mieloma múltiple. Así, el estudio inscribió a 20 participantes con un trastorno sanguíneo precanceroso y un índice de masa corporal (IMC) elevado en riesgo de desarrollar mieloma múltiple. Recibieron 12 semanas de comidas de origen vegetal ricas en fibra y 24 semanas de entrenamiento. Dos participantes con enfermedad progresiva antes del estudio mostraron una mejora significativa en la trayectoria de progresión de su enfermedad. Además, un año después de la inscripción, ninguno de los participantes había progresado a mieloma múltiple.

«Este estudio muestra el poder de la nutrición, específicamente una dieta basada en vegetales ricos en fibra, y permite comprender cómo puede conducir a mejoras en el microbioma y el metabolismo para desarrollar un sistema inmunológico más fuerte», explica el doctor Urvi Shah, autor principal del trabajo. «Los hallazgos respaldan aún más cómo nosotros, como médicos, podemos capacitar a los pacientes, especialmente aquellos con afecciones precancerosas, con conocimientos sobre cómo reducir su riesgo de tumor mediante cambios en la dieta», añade.

Estudios recientes han demostrado un mayor riesgo de mieloma múltiple en personas con una dieta de mala calidad y una ingesta reducida de alimentos vegetales. Además, las personas con estas afecciones y un índice de masa corporal elevado tienen el doble de probabilidades de desarrollar mieloma múltiple que las personas con estas afecciones y un IMC normal. Con esta información, los investigadores han estado buscando formas de intervenir antes de que estas afecciones progresen y se conviertan en cáncer.

Mieloma multiple
Mieloma multipleT. GallardoLa Razón

Mejor calidad de vida

Durante el estudio, se animó a los participantes a comer todo lo que quisieran si se trataba de alimentos integrales de origen vegetal, como frutas, verduras, nueces, semillas, cereales integrales y legumbres. Con estos cambios en la dieta se produjeron mejoras significativas en la calidad de vida, la resistencia a la insulina, la salud del microbioma intestinal y la inflamación.

«Dada la heterogeneidad clínica de la enfermedad, la asistencia nutricional debe ser individualizada», aclara Valdés, quien hace hincapié en que «aunque no existe una dieta especial, se recomienda seguir una alimentación lo más balanceada posible. Esto puede significar aumentar la ingesta de alimentos como frutas y verduras, productos altos en fibra, como el pan y los cereales integrales y las legumbres, así como disminuir las cantidades de otros, como aquellos que contienen mayor aporte de grasa saturada y azúcares de absorción rápida, es decir, un patrón de dieta mediterránea».

En el mieloma son frecuentes las nauseas y vómitos, de ahí que las recomendaciones generales son «comer poco y a menudo, masticar bien los alimentos y no acostarse inmediatamente después de ingerirlos. No obstante, es importante priorizar los alimentos de alto valor nutricional, que son aquellos con alta densidad energética, es decir, que aportan gran cantidad de energía en poco volumen (por ejemplo, frutos secos), así como aquellos con proteínas de alto valor biológico (huevo, lácteos y derivados, carnes y pescados, siempre muy bien cocinados)», aconseja María Riestra, miembro del Comité Gestor del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).