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España se abre a la terapia con psicodélicos

El tratamiento de las enfermedades mentales está a punto de dar un giro de 180º. El Parque Sanitario Sant Joan de Dèu busca voluntarios para dos estudios con sustancias alucinógenas para tratar la depresión resistente

Sala de terapias con psicodélicos
Sala de terapias con psicodélicos en el Parque Sanitario Sant Joan de Dèu, de Barcelona Parque Sanitario Sant Joan de DèuParque Sanitario Sant Joan de Dèu

El Parque Sanitario Sant Joan de Dèu, de Barcelona, ha puesto en marcha, en el último año, tres estudios con medicamentos cuyas propiedades psicodélicas podrían abrir la puerta a la resolución definitiva de la Depresión Resistente al Tratamiento (DRT). El objetivo del proyecto, que se desarrolla desde la Unidad de ensayos clínicos, es evaluar la eficacia de estas sustancias, usadas como fármacos sintetizados, para evitar recaídas en un período de entre 16 semanas y 1 año después de su administración.

El equipo de investigadores que lidera los ensayos trabaja con tres fármacos con propiedades psicodélicas que comprenden dos sustancias: el 5-MeO-DMT (5-Meo), producido de forma natural por el sapo Incilius alvarius, y la psilocibina, de la familia del hongo del género psilocibe. Ambas actúan sobre los receptores serotoninérgicos, incrementando la neuroplasticidad del cerebro y generando nuevas conexiones neuronales.

"La psilocibina y otras sustancias psicodélicas, utilizadas ampliamente en la medicina tradicional durante siglos, empezaron a investigarse en el ámbito de la psiquiatría en la década de los 50 del siglo XX para el tratamiento de condiciones resistentes a los fármacos habituales y al tratamiento psicoterapéutico convencional (entonces, sobre todo, psicoanalítico)", explica a LA RAZÓN Oscar Álvarez, psiquiatra e investigador principal de ensayos con psicodélicos de la nueva unidad. "El 5-Meo, por su parte, fue descubierto más recientemente y, su utilidad en psiquiatría, en concreto para el tratamiento de la depresión resistente, ha empezado a ser investigada en los últimos 3 o 4 años", añade.

Uno de los principales puntos fuertes de estas sustancias es que facilitan una integración entre los efectos psicofarmacológicos del medicamento y la psicoterapia. La psilocibina tiene un tiempo de acción bastante prolongado, de hasta 6 horas, mientras que el 5-Meo es de inicio de acción muy rápido y de duración muy breve (entre 10 y 30 minutos).

"Ahora mismo nos encontramos en fase de reclutamiento, de buscar pacientes que puedan beneficiarse de nuestros estudios. Serán personas mayores de 18 años con diagnóstico de DRT ,que no hayan mejorado en su episodio actual con tratamientos convencionales. Los integrantes del ensayo deben cumplir unos estrictos criterios médicos para poder ser valorados para su inclusión en el estudio", detalla el especialista.

Demasiado sufrimiento

Alrededor del 9% de las mujeres en España sufren depresión mayor, cifra que se reduce al 4% en los hombres. Como se puede observar, su prevalencia es casi el doble en las mujeres que en los varones. Según los diferentes estudios, el 30-40% de quienes sufren una depresión podrían englobarse bajo el concepto "resistente al tratamiento". Se calcula que en España la media es de 0,93 casos por cada1.000 personas, lo que significa que cada año hay 44.000 personas nuevas que padecen esta forma de depresión. Al sufrimiento personal asociado a padecer una depresión severa, se suma el hecho de que, como mínimo, el paciente va a estar unas 8-12 semanas sin presentar mejoría, y, después, tendrá que cambiar a un nuevo tratamiento e incluso, en algunos casos, a un cuarto o un quinto.

Solo en entornos controlados

Los beneficios que se han observado en los estudios realizados hasta ahora se han generado en ambientes altamente controlados y con la presencia de profesionales especialmente formados. No se trata de medicamentos que se tomen a diario ni de forma particular sino que se administran una o dos veces, sólo pueden ser suministrados en entornos hospitalarios controlados y se acompañan con otros tipos de tratamientos psicoterapéuticos.

La experiencia hasta la fecha indica que el uso de los fármacos con propiedades psicodélicas es seguro. No se han detectado efectos adversos graves cuando son administrados en pacientes cuidadosamente seleccionados, en condiciones controladas y con profesionales preparados.

¿Cómo actúan?

Los seres humanos, cuando sufrimos hechos traumáticos, tendemos a evitar rememorarlos, e incluso nos esforzamos activamente por olvidarlos o bloquearlos. De este modo, esas vivencias o recuerdos quedan guardados en partes de nuestra conciencia a las que no tenemos acceso habitualmente. "A veces, incluso se instalan en partes del cuerpo, que se convierten en las depositarias de ese trauma. Es muy habitual que personas que han sufrido traumas padezcan dolores y contracturas en la espalda, en las cervicales, etc", explica Álvarez.

Lo que hacen los psicodélicos es aumentar las conexiones entre diferentes áreas del cerebro –las que procesan las sensaciones físicas con aquellas en las que se elaboran las memorias, o con las que regulan las emociones, por ejemplo–. Por ello, es más fácil que las personas, bajo la influencia de estas sustancias, tengan acceso a partes de su biografía o de sus recuerdos a las que de otro modo les costaría muchísimo acceder.

"Otro mecanismo es que los psicodélicos parecen reducir la actividad de lo que llamamos la ‘red neuronal por defecto’, que es el circuito en el que está representado el ‘yo’, nuestra identidad. En pacientes con ciertas patologías, como la depresión, este circuito está muy activado. Hay una sobre concentración en el ‘yo’ en el sentido negativo –todo está mal, yo soy un desastre, soy lo peor– que tiende a disolverse en los estados provocados por psicodélicos. Ese mayor desapego del ‘yo’, hace que la persona pueda ver las cosas desde una perspectiva mucho más amplia. Digamos que la administración de estas sustancias hace que nos tomemos menos en serio, lo que es muy beneficioso en el caso de la depresión y de ciertas neurosis", detalla el psiquiatra.

"Actuando sobre el Sistema Nervioso Central, pueden mejorar una serie de patrones rígidos del comportamiento y pensamiento y ayudarnos a flexibilizar para mejorar síntomas que son muy frecuentes en las depresiones en concreto. Ambas sustancias modifican, de forma rápida y duradera, esos patrones rígidos de comportamiento", explica Rosa Dueñas, investigadora y psiquiatra del servicio de salud mental del Parque Sanitario.

Para ambos especialistas, no hay duda de que los fármacos psicodélicos abren un nuevo paradigma en el tratamiento de patologías mentales que generan mucho sufrimiento.

Se podría aprobar su uso en Europa entre 2025 y 2026

Para este ensayo, el Parque Sanitario Sant Joan de Déu es uno de los dos hospitales referentes en España para la administración del tratamiento. Otros hospitales colaboran derivando a personas. Será un tratamiento que, una vez aprobado, sólo se suministraría a algunos centros. Si, una vez finalizados los estudios, se mantiene la proyección, los buenos resultados y el perfil de seguridad, se podría aprobar el uso de estos fármacos en Europa entre 2025 y 2026.

Corren buenos tiempos para la investigación con psicodélicos. Debido a la popularización del uso de estas sustancias fuera del ámbito médico, a partir de los años 80 se incluyeron en la lista de sustancias prohibidas por la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), y quedó prohibido su uso también para estudios científicos (excepto para el 5 Meo DMT). Esta decisión fue meramente política, y no tenía el apoyo de la evidencia científica del momento, que sí había mostrado el potencial de algunas de estas sustancias.