Salud

¿El exceso de grasa corporal reduce las capacidades mentales?

Investigaciones científicas señalan que la obesidad afecta la memoria y el aprendizaje, sin importar el nivel educativo

Niño obeso viendo publicidad comiendo comida basura
Existe una teoría que vincula el riesgo de enfermedad cardiovascular con una merma cognitivaDreamstimeDreamstime

¿El exceso de peso tiene efectos negativos en el cuerpo y mente? Aunque parece pronto para afirmar que sí, cada vez se tiene más información sobre los efectos de la obesidad en la salud. Por lo pronto, sabemos bien que esta condición está relacionada con enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes, teniendo que cuenta que esta última afecta cada vez más a escala mundial. Además, se ha comprobado que el impacto económico de la obesidad es significativo, llegando a costar 25.000 millones de euros solo en España, según un estudio de la Federación Mundial de Obesidad publicado en BMJ Global Health.

La obesidad afecta a la salud y a las arcas, pero el exceso de grasa corporal o visceral también podría disminuir las capacidades cognitivas. Incluso acelerar el envejecimiento del cerebro. Desde el habla hasta la memoria, pasando por el aprendizaje y la comprensión, parece que "a mayor cantidad de grasa, mayor deterioro mental, independientemente del nivel educativo". Esta fue la conclusión alcanzada por un equipo de científicos canadienses tras examinar a más de 9.000 adultos de diferentes edades y etnias, sin enfermedades cardiovasculares. Los resultados fueron los mismos en personas jóvenes que en maduras, aunque no afectó especialmente en ancianos.

En el estudio, publicado en la revista científica JAMA Network, los autores liderados por Sonia Arnal, del Departamento de Medicina y Epidemiología de la Universidad McMaster (Ontario), encontraron que la obesidad corporal se asocia con un estado de inflamación crónica que aumenta el riesgo cardiovascular, independientemente de otros factores.

También descubrieron que la obesidad visceral es un factor de riesgo para el infarto de miocardio. Estas diferencias indican que los dos tipos de grasa tienen propiedades metabólicas distintas y es importante tener en cuenta al momento de explicar la pérdida de facultades mentales.

El test definitivo sobre grasa e inteligencia

Para evaluar las habilidades cognitivas, los investigadores utilizaron un examen DSST. Este test se realiza en dos minutos requiere que los participantes asocien símbolos con números según un código. La prueba mide la velocidad y coordinación visual y motora, la capacidad de aprendizaje, atención, concentración y memoria a corto plazo. Las calificaciones oscilan entre 0 y 133. Cuanto más bajas sean, peor será el rendimiento.

Los participantes también se sometieron al examen de evaluación cognitiva de Montreal (MoCA), que evalúa en 10 a 15 minutos la fluidez verbal o la capacidad de cálculo, entre otras habilidades. En esta, las calificaciones oscilan de 0 a 30, y se establece que 26 se corresponde con una función cognitiva normal. Finalmente, se realizaron pruebas de imagen por resonancia magnética para estudiar la presencia de lesiones en el cerebro y la distribución de la grasa.

¿Qué indicaron los resultados? Lo que se esperaba: que un mayor contenido de grasa corporal aumenta los factores de riesgo cardiovascular clásicos, como la hipertensión y la diabetes. Y las imágenes de resonancia magnética mostraban que cuanto mayor es el contenido de grasa corporal, hay más lesiones cerebrales asintomáticas que afectan a las habilidades cognitivas.

Un aumento del 9,2% de grasa corporal o de 36 mililitros en la grasa visceral equivale a un año de envejecimiento cognitivo. El mismo aumento en el caso de la grasa visceral implica una reducción de 0,8 en la puntuación del DSST, que equivale a un año de envejecimiento cognitivo, y para 2 puntos menos, el envejecimiento mental es de 2,8 años. El resultado fue el mismo en el examen de Montreal.

Los científicos canadienses admiten que su trabajo no es el único que aborda la relación entre grasa corporal y visceral y habilidades mentales. Un estudio anterior vincula una mayor cantidad de grasa visceral con el deterioro mental, pero no encontraron la misma relación para la grasa corporal. También hay datos que prueban que los niños que pierden peso (grasa visceral) mejoran sus capacidades mentales.

A pesar de lo exhaustivo del trabajo, los canadienses insisten en que serán necesarios más estudios y ensayos clínicos para determinar las vías por las cuales los altos niveles de adiposidad reducen las puntuaciones cognitivas, independientemente de su efecto sobre otros factores de riesgo cardiovascular.