Descubrimiento

La fuente de la juventud es... ¿la célula T?

Un equipo de científicos descubre que las células T pueden reprogramarse para eliminar las células senescentes en ratones y lograr que tengan mejor metabolismo, menor peso y mejor tolerancia a la glucosa. El siguiente paso es comprobar si, además de estar más sanos, también viven más tiempo

Ratón de laboratorio
Ratón de laboratorioDreamstime

Las células T son parte del sistema inmunológico y se forman a partir de células madre en la médula ósea. Ayudan a proteger el cuerpo de las infecciones y a combatir el cáncer. Y no solo, podrían esconder el elixir de la juventud.

La profesora asistente del Laboratorio neoyorquino Cold Spring Harbor, Corina Amor Vegas, y sus colegas han descubierto que las células T pueden reprogramarse para combatir el envejecimiento, por así decirlo.

Con el conjunto adecuado de modificaciones genéticas, estos glóbulos blancos pueden atacar a otro grupo de células conocidas como células senescentes. Se cree que estas últimas células son responsables de muchas de las enfermedades que enfrentamos más adelante en la vida.

Las células senescentes son aquellas que dejan de replicarse. A medida que envejecemos, se acumulan en nuestro cuerpo y provocan una inflamación dañina. Si bien actualmente existen varios medicamentos que pueden eliminar estas células, muchos deben tomarse repetidamente a lo largo del tiempo.

Como alternativa, Amor Vegas y sus colegas recurrieron a un fármaco "vivo" llamado células T del receptor de antígeno quimérico (CAR).

Descubrieron que las células CAR-T podrían manipularse para eliminar las células senescentes en ratones, tal y como recoge un estudio publicado en "Nature Aging".

Como resultado, los ratones terminaron viviendo una vida más saludable. Tenían menor peso corporal, mejor metabolismo y mayor tolerancia a la glucosa, y realizaban mayor actividad física.

Todos los beneficios se produjeron sin ningún daño o toxicidad a los tejidos.

“Si se lo damos a ratones viejos, rejuvenecen. Si se lo damos a ratones jóvenes, envejecen más lentamente. Ninguna otra terapia en este momento puede hacer esto", incide en un comunicado Amor Vegas.

Quizás el mayor poder de las células CAR-T es su longevidad. El equipo descubrió que una sola dosis a una edad temprana puede tener efectos de por vida.

Ese tratamiento único puede proteger contra afecciones que comúnmente ocurren más adelante en la vida, como la obesidad (que afecta a uno de cada cinco adultos en España) y la diabetes (que afecta a uno de cada siete adultos en nuestro país).

"Las células T tienen la capacidad de desarrollar memoria y persistir en el cuerpo durante períodos realmente largos, lo cual es muy diferente de un fármaco químico", explica Amor Vegas.

"Con las células T con receptor de antígeno quimérico, tienes el potencial de recibir este tratamiento y entonces eso es todo. Para patologías crónicas, eso es una gran ventaja. Piense en los pacientes que necesitan tratamiento varias veces al día en lugar de recibir una infusión, y luego estará listo durante varios años”.

Las células senescentes (azul) se acumulan a medida que envejecemos. Las células CAR-T se pueden programar para buscarlas y destruirlas. La imagen de arriba muestra muestras de tejido pancreático sano de un ratón viejo tratado con células T-CAR cuando era pequeño
Las células senescentes (azul) se acumulan a medida que envejecemos. Las células CAR-T se pueden programar para buscarlas y destruirlas. La imagen de arriba muestra muestras de tejido pancreático sano de un ratón viejo tratado con células T-CAR cuando era pequeñoLaboratorio Amor Vegas/Laboratorio Cold Spring HarborLaboratorio Amor Vegas/Laboratorio Cold Spring Harbor

Las células CAR-T se han utilizado para tratar una variedad de cánceres de la sangre y recibieron la aprobación de la FDA para este propósito en 2017.

Pero Amor Vegas es uno de los primeros científicos en demostrar que el potencial médico de las células CAR-T va más allá del cáncer.

El laboratorio de Amor Vegas ahora está investigando si estas células permiten que los ratones vivan no sólo más sanos, sino también más tiempo. Si es así, la sociedad estará un paso más cerca de la codiciada fuente de la juventud.