Investigación
Identificado un gen clave en la lucha contra la artrosis
Inyectan un lentivirus que induce la expresión de SOX5 y rejuvenece el cartílago en ratones
Dolor, hinchazón o rigidez son algunos de los síntomas que provoca la artrosis, una enfermedad articular degenerativa cuya incidencia va en aumento y que afecta a la capacidad de una persona para desplazarse sin limitaciones. Ocurre cuando se desgasta el cartílago articular, lo que provoca que los huesos rocen y aparezca el dolor.
Pero su curación podría estar cerca. Un equipo de científicos de Clínica Cemtro ha participado en un proyecto de investigación internacional que ha identificado al gen SOX5 como clave para el tratamiento de la artrosis. Y es que este gen es capaz de revertir el daño en el cartílago mediante el remodelado epigenético.
En concreto, los investigadores han empleado un lentivirus para inducir la expresión de SOX5 y aliviar los efectos de esta enfermedad sin alterar las células en ratones envejecidos con cartílago dañado por la edad, así como en roedores con artrosis provocada.
Así se desprende del estudio publicado el pasado 12 de octubre en la revista científica «Cell Stem Cell» y en el que los investigadores detallan que han utilizado un método de análisis denominado «análisis de activación de CRISPR», también conocido como CRISPRa.
Para el estudio, necesitaron 84 roedores de laboratorio, contando con los ejemplares de control.
En primer lugar, se estudió el estado del cartílago en animales jóvenes (dos meses de edad) y en animales envejecidos (18 meses de edad), comprobándose el deterioro del mismo en estos segundos. Posteriormente, se desarrolló un tratamiento que consistía en la inyección intraarticular de lentivirus que expresaban SOX5 en ratones de edad avanzada.
Ocho semanas después los investigadores comprobaron que la expresión de este gen era capaz de mitigar la degeneración articular relacionada con la edad y por tanto aliviar la pérdida progresiva del cartílago articular. Los mismos resultados se obtuvieron en ratones con artrosis inducida tras la sección del ligamento cruzado anterior y el tratamiento con el lentivirus.
Estos resultados demostraron que la expresión forzada de SOX5 puede lograr el rejuvenecimiento y restablecimiento de su funcionalidad sin cambios obvios en la identidad celular.
«El lentivirus –introducido mediante una inyección intraarticular– revierte la artrosis y las células, según el estudio, no se alteran. Es decir, no se malignizan ni pierden su identidad de condrocitos», explica a A TU SALUD el doctor Pedro Guillén, fundador y presidente de Clínica Cemtro y uno de los investigadores que han participado en el estudio. De hecho, «los condrocitos eran jóvenes tras aplicar el gen SOX5», añade.
Pero, ¿qué son? Los condrocitos son el único tipo de células que tiene el cartílago articular, que es el responsable de producir la matriz extracelular. Tiene muy poca capacidad de reparación y la degeneración del mismo es el que produce la artrosis.
Células sin tumores
«El proyecto comenzó hace tres años y medio» y los resultados en animales demuestran que «las células no se degeneran (no ha aparecido tumor alguno ni deterioro en las células)», asegura el doctor Guillén, quien afirma que los efectos beneficiosos para el cartílago que obtuvieron son comparables a los que se consiguen con la utilización de los factores de Yamanaka, aunque con menos problemas potenciales.
Este descubrimiento abre la puerta al desarrollo de un tratamiento para una de las enfermedades más prevalentes e incapacitantes a nivel global como es la artrosis, que afecta a 528 millones de personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con el envejecimiento de la población y el aumento de las tasas de obesidad y traumatismos, se prevé que la prevalencia de la artrosis continúe aumentando a nivel mundial. En la actualidad, alrededor del 73% de las personas con artrosis en el mundo son mayores de 55 años, y el 60% son mujeres.
En este sentido, es especialmente importante realizar revisiones, sobre todo durante la menopausia.
Tras la conclusión de este estudio y este importante descubrimiento, «el siguiente paso será la realización de un ensayo clínico donde se determine la seguridad del tratamiento en humanos, la dosis a administrar y la duración del tratamiento», avanza el doctor Guillén.
En este estudio, además de los doctores Guillén y Juan Carlos Izpisua, profesores de Clínica Cemtro, Altos Labs y la Universidad Católica de Murcia (UCAM), han participado científicos del Instituto Salk de California (Estados Unidos), Altos Labs y de la Academia de Ciencias Chinas. Tanto la Fundación Dr. Pedro Guillén como Inventium han colaborado en la financiación de este proyecto de investigación.
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