Entrevista
Jordi Reche: «El cuerpo siempre, siempre refleja por fuera la emoción que estamos viviendo»
El autor de «Convence sin abrir la boca» (Ed. Conecta), nos da las claves del lenguaje no verbal y de las ventajas de conocerlo y manejarlo para la vida en general, pero también para la salud
¿Por qué tendríamos que leer su libro?
Porque hablo sobre un tipo de lenguaje que tiene algo muy paradójico: en la mayoría de situaciones es el que más impacta, el que mayor relación tiene con si una persona nos cree, nos siente seguros o no sobre lo que decimos. Pero, en muy pocas ocasiones reparamos en él, o no nos preparamos nada cuando pensamos en cómo hablaremos en una presentación o en una entrevista. Cuento cómo tenerlo en cuenta para que te ayude a comunicar mejor, a ser más convincente y persuasivo gracias a cómo usas tu lenguaje no verbal, los elementos a tener en cuenta al relacionarnos, qué comunicas por tu manera de andar, estar de pie o saludar... y lo relaciono con campos como la seducción, el liderazgo o los entornos multimedia. A la vez, sirve para poder leer a tus interlocutores, tener pistas de si la emoción que vemos en sus rostros es verdadera o no.
¿Tiene el aprendizaje de este tipo de lenguaje aplicación en la salud?
La mayoría piensa que lo que comunica nuestro cuerpo es un mero reflejo del estado de ánimo que tenemos, que si no nos encontramos bien adoptará posturas de cierre, encogimiento o alicaídas, que es como solemos reflejar estados internos de negatividad. Y, pese a que es cierto, existe el camino inverso: adoptar deliberadamente posturas «positivas» puede llegar a acercar un momento vital puntual negativo a uno más positivo. Si adoptas posturas abiertas y expansivas el cerebro puede llegar a generar y experimentar la misma reacción que si vives algo positivo que te lleva a estar así. Puedes ver qué te ocurre si caminas con la cabeza agachada, los hombros caídos y arrastrando los pies, y luego mirando al frente, sacando pecho y ocupando tu espacio con naturalidad. Verás como en el primer caso te entrará casi instantáneamente una negatividad inversamente proporcional al segundo caso. Por eso recomiendo a las personas que, antes de hacer algo importante, adopten por unos instantes previos (mejor en la intimidad) la típica postura de Superman. Ayuda un montón a que nos sintamos mejor para afrontar lo que tengamos que afrontar.
Se habla de la «depresión sonriente», cuando la persona trata de ocultar esta situación. ¿Puede la gestualidad delatarla?
El cuerpo siempre, siempre, de una manera u otra refleja por fuera la emoción que, de manera real, estamos viviendo en ese momento. El mejor ejemplo es que casi todos nos hemos impuesto contestar «bien» cuando nos preguntan cómo estamos. Pero si la pregunta te conecta con la tristeza, ésta siempre se reflejará en el rostro en mayor o menor medida. Por ejemplo, en forma de microexpresión, con una fugaz elevación de las cejas por el centro o una caída de las comisuras de los labios.
Adoptar a propósito posturas ‘‘positivas’’ puede acercar un momento vital negativo a uno más positivo
¿Cómo una mayor conciencia de nuestro cuerpo puede hacernos sentir mejor?
Además de por el impacto positivo en nosotros, puedes lograr ser más convincente, más persuasivo. Puede ayudarte también a conectar mejor con las personas y, a la vez, si lo conoces y dominas, a saber si ellas se sienten conectadas contigo o no. Todo ello contribuye a que ganes en seguridad y confianza a la hora de relacionarte contigo mismo y con tu entorno, con todo lo positivo que ello conlleva.
Dice que el cuerpo hace por encontrar siempre la manera de revelar estados de ánimo. ¿Aprender a modificarlos no sería como intentar «engañar» a los demás?
Para mí es totalmente sano y lícito aprender a comunicar mejor. Conozco y he ayudado a mucha gente que, por su carácter tímido o introvertido, son incapaces de comunicar de forma efectiva algo que dominan. Aprender a comunicar mejor les ayuda a ellos, pero también a aquellos con los que se relacionan.
Con todo ese conocimiento a usted no le dará nadie «gato por liebre» entonces...
Por regla general, no debe tomarse la lectura del lenguaje no verbal como indicio sobre lo que alguien puede experimentar, ni sacar conclusiones a partir de un único gesto aislado. De ahí la importancia de leer a la gente en contexto y conjunto, y saber que existen muchos condicionantes que impactan en ello. Por supuesto, a mayor conocimiento, más herramientas tendrás para sacar mejores conclusiones. Y a los expertos es más difícil colárnosla, pero nunca diré que es imposible.
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