Entrevista

Juan Alberto García de Cubas: «El arte tiene gran poder transformador si se coloca en contextos de salud»

Por cuarto año, la fundación «Cultura en vena», que promueve la investigación de los efectos de las prácticas artísticas en la salud y el bienestar de las personas, organiza la exposición «Arte y Salud» en el Museo Thyssen-Bornemisza. La muestra, que puede visitarse de forma gratuita hasta hoy, busca provocar preguntas y emociones, según su presidente

Juan Alberto García de Cubas
Juan Alberto García de CubasJESÚS G. FERIALA RAZÓN

Esta peculiar asociación está despertando gran interés. ¿Lo esperaban?

Lo que estamos viendo con cada edición de «Arte y Salud» no es tanto una sorpresa como la confirmación de una intuición: que el arte tiene un enorme poder de transformación cuando se coloca en contextos de salud. Y no hablamos solo del poder estético, sino de su capacidad para generar bienestar, conversación, conciencia crítica y acompañamiento. En Cultura en Vena llevamos años trabajando para demostrar que las conexiones arte y salud son ya una necesidad. Reconectar la cultura con la salud y el bienestar es, además, una prescripción de la Organización Mundial de la Salud, la Comisión Europea y el Consejo Europeo.

¿Cómo se les ocurrió unir estos dos conceptos en una exposición?

Nuestra labor no parte solo de una exposición puntual, sino de una misión más profunda: hacer llegar la cultura donde habitualmente no llega, y demostrar (con evidencia científica y proyectos reales en hospitales, centros de salud áreas rurales) que el arte puede mejorar la salud de las personas. La exposición es solo la parte más visible de una metodología de trabajo, rigurosa y comprometida que busca dejar huella en el tejido sanitario, artístico y social.

Las anteriores versaron sobre el cáncer de mama, la salud mental y la salud infantil. ¿En qué se centra esta vez y por qué?

Esta cuarta edición está dedicada a la salud longeva, un tema que cada vez será más crucial en nuestras sociedades. No hablamos solo de vivir más años, sino de vivirlos con calidad, dignidad, bienestar físico, mental y emocional. La exposición es una invitación a reflexionar, desde el arte, sobre el envejecimiento, la memoria, los cuidados, la fragilidad, pero también sobre la vitalidad, la experiencia y el valor de los cuerpos y las mentes que envejecen.

¿Qué efecto buscan en esta ocasión con la exposición? ¿Qué quieren conseguir?

Buscamos que la exposición dialogue con distintos públicos: pacientes, profesionales sanitarios, artistas y ciudadanía. Queremos provocar preguntas, emociones, recuerdos, incluso incomodidades. Pero sobre todo, queremos que el arte actúe como vehículo para generar vínculos: entre generaciones, entre disciplinas, entre instituciones. Nuestro objetivo último es transformar cómo se conciben los espacios de salud y cómo se cuidan las personas.

"La exposición es una invitación a reflexionar, desde el arte, sobre el envejecimiento"

¿Y cómo escogen las obras que componen la muestra?

El equipo de Cultura en Vena realiza el comisariado de la exposición, partimos de un eje temático claro –en este caso, la salud longeva– y seleccionamos obras que dialogan con esa temática desde distintas perspectivas: personales, políticas, sociales, médicas, poéticas. Buscamos una pluralidad de lenguajes, y cuidamos mucho que la experiencia de la exposición sea accesible, sensible y significativa para todo tipo de personas.

Hay estudios que han demostrado científicamente que el arte es sanador. ¿Qué cuadro u obra produce en usted un efecto de este tipo?

Más que una sola obra, lo que me conmueve es ver cómo reaccionan las personas cuando se topan con una pieza artística en un hospital, cuando no la esperaban. Esa irrupción del arte en un lugar de tránsito, de dolor o de espera genera un tipo de conexión muy especial. Ver a una persona mayor emocionarse mientras escucha música en directo que le recuerda su infancia, o a un profesional sanitario detenerse ante una obra de arte que lo interpela, es quizá el mayor efecto sanador que puedo experimentar como espectador.