
Salud mental
Qué es 'Brain Rot’: el término viral que define cómo consumimos contenido hoy
El concepto se ha hecho viral en redes ante la creciente demanda de contenidos virales y de corta duración

En la actualidad, el teléfono móvil se ha convertido en uno de los elementos más empleados de la vida moderna. Lo que en sus inicios fue un simple medio para realizar y recibir llamadas, hoy se constituye como una herramienta que ha transformado radicalmente la manera en que las personas se comunican, trabajan, estudian y se relacionan con el mundo.
La evolución de la tecnología y el acceso masivo a internet han provocado que el uso del teléfono móvil sea un habitual en el día a día de los ciudadanos, hasta el punto de ser considerado imprescindible. Y es que millones de personas consultan sus dispositivos para informarse, entretenerse o interactuar con otras personas, generando una dependencia tecnológica sin precedentes en la historia de la comunicación.
Es a partir de aquí cuando surge un nuevo término para esa adicción al teléfono móvil. Se trata de una nueva expresión que está circulando por las redes sociales y que se ha convertido en un símbolo de preocupación, sobre todo en los jóvenes: 'Brain Rot'.
¿Qué es el concepto 'Brain Rot'
El 'Brain Rot', también conocido como deterioro cerebral o “podredumbre cerebral”, refleja las preocupaciones actuales sobre el impacto digital en la salud juvenil, todo ello impulsado por las publicaciones virales que advierten sobre los efectos negativos de la adicción al móvil.
Este concepto se ha popularizado en plataformas como TikTok y sirve para describir el consumo excesivo de contenido digital trivial o absurdo que puede afectar a la concentración y la salud mental. En este caso, la definición hace referencia a esas imágenes y vídeos cortos, repetitivos y poco elaborados cuya intención es captar instantáneamente la atención del usuario, pero que tienen poco que aportar.
¿Cómo acabar expuesto a este problema?
Sin duda, este tipo de contenidos suele encontrarse en plataformas digitales y redes sociales como puede ser TikTok, Instagram Reels o YouTube Shorts. En este caso, son aplicaciones específicamente creadas para compartir contenidos cortos y en gran cantidad. Los usuarios, adictos a este tipo de plataformas, consumen de manera frenética y centran toda su atención en el contenido, que se basa en una sucesión de clips de corta duración y, una vez se acaba un vídeo, se hace 'scroll' para seguir consumiendo.
Sin embargo, el síndrome del cerebro podrido se ha vuelto tan habitual que el fenómeno ya no se limita exclusivamente al mundo digital. Este tipo de contenidos se difunden rápidamente, y en el caso de los jóvenes, tarde o temprano acaban formando parte de su vida cotidiana a través de las conversaciones, los chistes y los juegos que comparten en actividades deportivas o el propio colegio.
Y es que este concepto ha llegado a tales niveles que, aunque no se pase mucho tiempo en internet, es fácil entrar en contacto con las modas de la red y los contenidos 'Brain Rot' virales.
Consecuencias del 'Brain Rot'
Pasar demasiado tiempo viendo estos contenidos puede generar una serie de problemas. A nivel cognitivo, se observa una pérdida progresiva en la memoria a corto plazo, en la capacidad de análisis y en el pensamiento crítico.
En el lado emocional, el consumo ininterrumpido de contenido superficial puede generar apatía, ansiedad, dependencia tecnológica y una sensación de vacío o desmotivación frente a la realidad. Por último, a nivel social este fenómeno contribuye al aislamiento, al empobrecimiento de las conversaciones y a una forma de comunicación cada vez más fragmentada y superficial.
¿Cuáles son las claves de estos contenidos?
A pesar de que parece un contenido poco atractivo, lo cierto es que los más jóvenes encuentran en él un método de disfrute. Y es que estos clips pueden resultar satisfactorios puesto que duran poco, se pueden entender sin apenas esfuerzo y ofrecen una dosis rápida y directa de entretenimiento.
Además, la Inteligencia Artificial (IA) también entra en juego. Gracias a esta herramienta se pueden generar fenómenos virales en cuestión de segundos con vídeos e imágenes a partir de ideas relativamente sencillas.
Por otro lado, los más pequeños encuentran estos contenidos atractivos ya que explotan el sistema de recompensas del cerebro y ofrecen la posibilidad de disfrutar de una explosión de estímulos rápida y fácil de asimilar.
Recomendaciones para los padres
En caso de que un adolescente se encuentre inmerso en este tipo de contenidos, existen una serie de recomendaciones para evitar este consumo:
- Establecer límites de tiempo frente a las pantallas: el primer paso es definir horarios concretos para el uso de teléfonos móviles, tabletas, videojuegos y redes sociales. No se trata de prohibir completamente la tecnología, sino de enseñar a los hijos a usarla con moderación.
- Fomentar el consumo de contenido de calidad: fomentar el contenido educativo y creativo en lugar de quedarse solo en videos cortos y superficiales. Existen canales, podcasts y plataformas que enseñan ciencia, arte, historia o idiomas de manera entretenida.
- Promover actividades fuera de la pantalla: una de las mejores formas de contrarrestar el Brain Rot es equilibrar el tiempo digital con actividades reales como leer libros, practicar deportes, tocar un instrumento, dibujar o salir a la calle.
- Dar ejemplo en casa: los hijos son el espejo de los adultos. Si los padres pasan demasiado tiempo frente al teléfono, es difícil que los niños comprendan la importancia de desconectarse.
- Educar sobre el funcionamiento de las redes sociales: explicar a los hijos cómo funcionan los algoritmos y por qué las plataformas buscan retener su atención puede ayudarles a ser más conscientes.
- Enseñar habilidades de concentración y paciencia: Actividades como la lectura, los juegos de mesa o los rompecabezas ayudan a fortalecer la atención sostenida
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