Opinión

Residuos peligrosos y cánceres agresivos

Tres estudios han demostrado que las mujeres que viven cerca de lugares donde se depositan residuos peligrosos tienen más probabilidades de desarrollar cánceres de mama agresivos

Célula cancerígena
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La desafortunada gestión sanitaria en Andalucía ha vuelto a poner en valor que la detección temprana a través de controles y mamografías son, de momento, las dos herramientas que tienen los clínicos para combatir el cáncer de mama. Sin olvidar que la investigación y el acceso inmediato a tratamientos efectivos son fundamentales.

Este espacio lo dedicamos hoy al hallazgo de un equipo de científicos y clínicos de la Universidad estadounidense de Florida. Han demostrado en tres estudios –difundidos por «Scientific Reports» y «Cancer Epidemiology Biomarkers and Prevention»–, que aquellas mujeres que viven cerca de lugares donde se depositan residuos peligrosos tienen más probabilidades de desarrollar cánceres de mama agresivos, incluido el subtipo triple negativo difícil de tratar.

Denominados «superfund» por las autoridades federales, en Florida hay 52 áreas activas de estas características, entre ellas la base de la Fuerza Aérea de Homestead, la planta agrícola de Chemical Company en Pensacola y Florida Steel Corp.

Días antes de que se conocieran estos trabajos, un equipo de científicos y clínicos dirigidos por la profesora Serena Nik-Zainal, de la Universidad de Cambridge, aseguraba en «The Lancet Oncology» que con la secuenciación completa del genoma ofrecida a pacientes con cáncer de mama se identificarán características génicas únicas que podrían orientar el tratamiento inmediato a miles de mujeres al año. Esta técnica consiste en analizar el ADN tanto del paciente como de su tumor para buscar cambios genéticos o mutaciones.

A pesar de los continuos avances biomédicos, los analistas subrayan que es difícil identificar con precisión los mejores tratamientos para cada paciente y predecir los casos con peor pronóstico.