Investigación

La soledad está asociada con un mayor riesgo de morir, según un estudio

Los investigadores ponen el foco en la conexión social como un factor determinante en la salud de las personas

Imagen de una persona de la tercera edad mirando por la ventana
Imagen de una persona de la tercera edad mirando por la ventanaAnciana tercera edadla caixa

Un nuevo estudio publicado en BMC Medicine, del grupo Nature, sugiere que no recibir visitas de amigos o familiares se vincula con un mayor riesgo de mortalidad. El equipo de Hamish Foster utilizó datos del Biobanco del Reino Unido, que incluyó a 458.146 adultos reclutados entre 2006 y 2010, con una edad media de 56,5 años. Los participantes completaron cuestionarios sobre cinco tipos de interacción social y tras un seguimiento de 12,6 años, 33.135 participantes fallecieron. Los hallazgos revelaron que la ausencia de visitas de amigos o familiares estaba asociada con un riesgo de muerte del 39%, siendo la conexión social un factor determinante en la salud.

El estudio identificó cinco tipos de interacción social y la falta de visitas resultó ser la más relevante en términos de riesgo de muerte. Aquellos que nunca fueron visitados, pero participaron en actividades grupales, enfrentaron un riesgo de muerte del 50%, comparable al de quienes no tuvieron visitas ni participaron en actividades grupales (49%). Sin embargo, los participantes que recibieron visitas al menos una vez al mes mostraron un riesgo de mortalidad significativamente menor, resaltando el impacto positivo de estas interacciones sociales regulares.

Aunque investigaciones anteriores habían vinculado la soledad y vivir solo con una mayor mortalidad, este estudio examinó diversos tipos de interacción social y sus efectos combinados. Los investigadores sugieren que la evaluación integral de los factores de conexión social podría ayudar a identificar poblaciones de mayor riesgo y desarrollar intervenciones más efectivas para combatir el aislamiento social.

En España, expertos señalan que los efectos de la soledad estructural pueden ser más pronunciados, dada la naturaleza familiarista de las sociedades del sur de Europa. La soledad, especialmente entre los mayores de 65 años, requiere una mayor atención por parte de las instituciones sanitarias y sociales. A pesar de la amplitud de la muestra analizada, los investigadores advierten sobre la necesidad de pruebas adicionales para generalizar los resultados a otras poblaciones