Opinión

Stop privatizaciones

Carmen Montón es embajadora Observadora Permanente de España ante la OEA y la OPS. Exministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social

La gestión del hospital de Alzira está desde abril en manos de la Conselleria de Sanidad
"Fue rescatado con dinero público en una primera etapa y vuelta a entregar a la misma empresa con condiciones más ventajosas para ésta"larazon

En el contexto de las huelgas de médicos se vuelve a hablar de privatizaciones por quienes aún defienden este modelo como sinónimo de eficiencia. Por ello, cabe recordar que el modelo de concesión de Alzira es un modelo fracasado, basado en una privatización a la carta, rescatado con dinero público en una primera etapa y vuelta a entregar a la misma empresa con condiciones más ventajosas para ésta.

Además, es un modelo plagado de sospechas, como acreditó la Intervención General de la Generalitat Valenciana en su informe de 2003-2012 sobre las concesiones a empresas privadas, donde se recogen irregularidades, dejación de funciones de control por parte de la Administración, malas prácticas y toma de acuerdos en órganos no competentes.

Sin olvidar los 19 años (desde su inicio hasta el cambio de signo político en el gobierno valenciano) en los que disfrutó de las ventajas de que la Administración conservadora no realizase los cierres de ejercicios o liquidaciones de la práctica totalidad de las áreas privatizadas (un total de cinco departamentos que sumaban alrededor de un millón de habitantes) y que superaban la cifra a favor de la Administración pública de más de 300 millones de euros.

Por esto afirmo que el modelo de Alzira es un modelo fracasado, porque sin todo este proceso sesgado de opacidad y ausencia de control al amparo de la connivencia política para favorecer los intereses privados, sustentado en la ideología neoliberal del «capitalismo de amiguetes», la empresa concesionaria hubiera quebrado.