Psicología

Los videojuegos aumenta la inteligencia de los niños, dice un estudio

Los investigadores analizaron datos de casi 10.000 niños y demostraron que los niños 'gamers' tienen más capacidad cognitiva, incluso después de controlar factores genéticos y socioeconómicos

Niño jugando a videojuegos en casa
Niño jugando a videojuegos en casaDreamstime

Si la inteligencia se hereda genéticamente o se puede "construye" durante la vida ha sido una de las cuestiones más complicadas de resolver por el método científico. El consenso es que ambas hipótesis son correctas: heredamos nuestro potencial de nuestros padres (sobre todo de nuestras madres, según un estudio que recoge LA RAZÓN), pero desarrollar la capacidad de ser inteligentes recae en nosotros mismos. Leer, estudiar, comunicarnos e, incluso, jugar a videojuegos tiene un gran impacto en nuestra inteligencia durante los primeros años de vida, cruciales para el desarrollo del cerebro. Pero quizá jugar con las consolas o en el ordenador no tiene tantas consecuencias negativas como creíamos.

Hasta ahora, se ha debatido mucho sobre el efecto que tienen las "pantallitas" en el desarrollo del cerebro de los niños. Diversos estudios han subrayado que pasar muchas horas delante de un ordenador, un televisor o un móvil afecta al bienestar psicológico y la salud física de los más pequeños. Sin embargo, un nuevo y revolucionario estudio científico desafía totalmente las creencias tradicionales sobre los efectos negativos de los videojuegos en el desarrollo infantil.

La investigación reveló que los niños más gamers o que jugaban más videojuegos tenían un incremento significativo en su inteligencia, equivalente a 2,55 puntos de coeficiente intelectual (CI). La relevancia del trabajo es que, por primera vez, estos resultados se han constatado tras controlar los factores genéticos y el nivel socioeconómico de los peques, que por lo tanto no influyen en la relación entre videojuegos e inteligencia.

El estudio estuvo dirigido por investigadores del Instituto Karolinska, en Suecia, un centro referente en neurociencia a nivel internacional. Sus resultados se publicaron en la revistaScientific Reports. En cuanto a la muestra, los autores siguieron durante dos años a casi 10.000 niños y niñas estadounidenses de entre 9 y 10 años para analizar el impacto de las pantallas en su inteligencia.

El análisis también reveló patrones fascinantes en el uso de pantallas. Los niños dedican un promedio de 2,5 horas diarias a ver vídeos, seguido por 1 hora de gaming. El gaming móvil domina el mercado estadounidense, lo que sugiere que estos beneficios cognitivos podrían ser aún más accesibles gracias a la ubicuidad de los dispositivos móviles.

Además, los videojuegos más artísticos destacan por su capacidad para estimular múltiples procesos cognitivos. El estudio midió cinco componentes específicos: vocabulario, atención selectiva, reconocimiento de lectura, aprendizaje verbal auditivo y procesamiento visoespacial, encontrando mejoras significativas en todas estas áreas.

Los investigadores encontraron diferencias significativas de género: los chicos juegan aproximadamente el doble que las chicas (1,32 horas frente a 0,68 horas diarias). Sin embargo, el beneficio cognitivo fue similar para ambos géneros, sugiriendo que la calidad de la interacción con los videojuegos es más importante que la cantidad de tiempo invertido.

Los beneficios cognitivos documentados en el estudio encuentran respaldo en investigaciones previas. No obstante, los investigadores también subrayan cómo incluso pequeños efectos pueden tener consecuencias críticas a largo plazo en el desarrollo cognitivo de los niños.

Por tanto, hay que tener en cuenta que muchos otros trabajos han encontrando una relación entre la adicción a los videojuegos con problemas de salud mental y física. Esto incluye aumento de la ansiedad, trastornos del sueño, depresión y problemas de concentración.

Aunque este estudio marca un antes y un después en nuestra comprensión del impacto de las tecnologías digitales en el desarrollo infantil, debemos tener en cuenta la importancia de realizar un uso apropiado de la tecnología. Además, el estudio no detalla si los resultados varían según el tipo de videojuego al que se exponían los menores y harán falta más datos para encontrar una relación más clara entre los videojuegos, la inteligencia y el desarrollo cognitivo de las nuevas generaciones.