Enología

Bodegas Luzón: las nuevas añadas de Altos y Alma de Luzón ya están en el mercado

La bodega potencia su tradición y esencia con dos de sus vinos más emblemáticos y reconocidos tanto nacional como internacionalmente

Las vendimias estuvieron cargadas de incertidumbre pero trajeron un fruto inmejorable
Las vendimias estuvieron cargadas de incertidumbre pero trajeron un fruto inmejorableLa Razón

Este es un año para apostar y apoyar los productos nacionales, entre ellos los vinos españoles. La pandemia también ha hecho mella en el sector vitivinícola, dificultando la vendimia, reduciendo las ventas debido al cierre de la hostelería, así como las exportaciones. Pese a las dificultades, las bodegas han sido fieles a sus vinos tradicionales y han seguido apostando por nuevas creaciones e interpretaciones. En este contexto, Bodegas Luzón ha lanzado al mercado las nuevas añadas de Altos y Alma de Luzón, 2018 y 2017 respectivamente, dos de sus vinos más reconocidos tanto nacional como internacionalmente por su carácter y diferenciación.

Estos vinos son una apuesta segura para mantener la esencia de siempre en este nuevo contexto. El origen de Bodegas Luzón se remonta a 1841. Es uno de los principales productores y exportadores de vinos de calidad de la Denominación de Origen (D. O.) Jumilla, y una de sus bodegas más históricas. Los años de maestría y el buen cuidado de la vid han dado lugar a dos vinos referentes en el sector. De hecho, ocho vinos de Bodegas Luzón fueron laureados en la guía Peñín 2020 al ser calificados de excelentes por uno de los manuales más consultado por aficionados y profesionales a escala mundial. Entre ellos, Altos y Alma de Luzón fueron considerados los vinos premium de la bodega, junto a Por ti.

Carácter rudo y bello

Bodegas Luzón reserva sus cultivos más elevados para elaborar los tintos de mayor calidad, como Altos de Luzón. La altitud es una garantía de calidad, si se cuenta con la experiencia para lidiar con los contratiempos climáticos, como heladas o granizo. Pese a los riesgos que se asumen con estos cultivos, el resultado final es una mayor potencia en el sabor y un sinfín de matices. Con Altos de Luzón la bodega rinde homenaje a la especial identidad de la tierra jumillana. Un clima duro a una altitud media de 650 metros que hace que la uva Monastrell, autóctona de la Denominación de Origen Protegida Jumilla, encuentre aquí su inspiración y razón de ser, mostrando su mejor versión de sí misma. La historia vitivinícola y de las gentes de Jumilla viene definida por este paisaje, representado a través de su etiqueta, rudo, con un carácter marcado, pero lleno de singular belleza y riqueza.

Altos de Luzón es un lujo para todos los sentidos. Su color es rojo profundo con reflejos rubí, sus aromas son expresivos e intensos, con notas de frutos rojos y negros, especias dulces y suaves ahumados de la crianza. En boca es franco con una frescura vivaz apoyada en su carácter frutal. En el paladar se puede apreciar su complejidad con un final persistente. Es un tinto singular que transmite la filosofía de Bodegas Luzón y el carácter de la tierra jumillana.

El alma de la bodega

Alma de Luzón concentra la esencia de la bodega. Es un vino de emociones y sentidos. Desde el tacto aterciopelado de parte de su etiqueta, a la vista por la viveza de su color, el olfato y por supuesto, el gusto. La combinación de uva Monastrell y Syrah da un resultado único. Alma de Luzón es un tinto con personalidad, moderno y de gran potencia. Su color es cereza intenso, su aroma tiene notas de frutos rojos y negros, especiados y ahumados. Y al probarlo, la frescura convive con un gran carácter. El año de esta añada, 2017, trajo a Jumilla un invierno también atípico, cargado de frío y humedad, pero le siguió una primavera y verano muy calurosos, con altos contrastes de temperatura, lo que hizo que se generara poca cosecha, pero de uvas muy sabrosas y concentradas. La añada 2017 ha sido una edición limitada de 8.756 botellas numeradas de 0,75 lt. y 404 botellas de 1,5 lt. Por lo que degustar esta añada será todo un privilegio que no se puede dejar escapar.

Las vendimias de ambos vinos estuvieron cargadas de incertidumbre pero trajeron un fruto inmejorable para realizar dos vinos de un corte y balance superiores, fruto del trabajo de todo un equipo que ha logrado realizar dos vinos redondos y que, sin duda, ya están dando que hablar por su calidad y diferenciación.

El éxito de una variedad única

Monastrell, variedad autóctona de Jumilla, de racimo compacto y de grano redondo, aparece documentada ya en el siglo XV. Esta variedad destaca por ofrecer vinos con sabores potentes, en los que predominan las notas afrutadas, y colores intensos, como su característico rojo púrpura. La Monastrell brota y madura de forma tardía, en zonas cálidas como es Jumilla. La altitud y el suelo, junto con el clima jumillano, dan un fruto muy dulce y de color negro o azul grisáceo generalmente.