Coronavirus
Sanidad descarta por ahora que la vacuna de la Covid sea obligatoria
El plan de inmunización del Gobierno contempla priorizar la aplicación de las dosis en las personas mayores, los enfermos crónicos y el personal sanitario, tal y como han demandado los expertos consultados
Las personas más vulnerables al SARS-CoV-2 serán las primeras en acceder a la vacuna de la Covid-19. Pacientes pluripatológicos, inmunodeprimidos, personas mayores de 65 años y personal sanitario formarán parte de los grupos prioritarios en recibirla, una vez haya una candidata aprobada por las agencias reguladores del medicamento. Así lo aseguran fuentes conocedoras del documento que prepara el Ministerio de Sanidad sobre el plan de vacunación que se llevará a cabo en nuestro país y que se dará a conocer este martes tras su aprobación en el Consejo de Ministros.
Así lo anunció ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante un acto celebrado en La Rioja. España será, de esta forma, el primer país europeo, junto con Alemania, en tener un plan completo de vacunación contra el nuevo coronavirus, y en el que se ha estado trabajando, según apuntó, desde septiembre.
En el caso de España, un grupo de expertos ha elaborado un documento con la estrategia de vacunación el que se concreta la población diana o los criterios de distribución de la misma. Un grupo en el que han participado representantes de diferentes sociedades científicas como la de Vacunología, Inmunología o Bioética, y que valora de manera positiva tanto el hecho de que se tengan en cuenta sus criterios y aportaciones como el resultado del mismo, calificándolo como «un documento buenísimo», según manifestó ayer uno de ellos a este periódico.
En el documento se establecen las líneas maestras de dicha estrategia «con ciertos márgenes que se irán perfilando según se vayan presentando los resultados definitivos de las vacunas en investigación más avanzadas». Hablamos de las desarrolladas por AstraZeneca, Moderna y Pfizer, cuya efectividad sería superior al 90%. Precisamente esta última ha pedido a la FDA que autorice su vacuna para uso de emergencia, lo que podría significar que se comenzaría su administración en EE UU a mediados de diciembre.
Al respecto, Sánchez también apuntó que la Unión Europea ha firmado ya tres contratos con AstraZeneca, Sanofi/GSK, Janssen y BioNTech/Pfizer, por un total de 1.000 millones de dosis ampliables. «Es inminente», dijo, la firma del contrato con la empresa CureVac, y están muy avanzadas las negociaciones con Moderna y Novavax, por un total de 400 millones de dosis adicionales.
Un aspecto importante, según ha podido saber este periódico, es que el documento que circulaba hasta ayer no contempla la obligatoriedad de la vacuna ni efectúa mención al respecto, como pedían algunas comunidades (en concreto, Galicia), en la línea con la política seguida hasta ahora con el resto de vacunas. Y es que para los expertos imponerla podría resultar contraproducente.
Las recomendaciones están basadas en criterios éticos con el objetivo de proteger, de una parte a los más vulnerables y, por otra a aquellos que están en contacto con el virus por su actividad. Es por ello que se inmunizará también a los mayores institucionalizados (es decir en residencias) y a los enfermos con patologías crónicas y al pesonal sociosanitario.
«Nuestras previsiones son, en casi cualquier escenario razonable, que una parte muy sustancial de la población podrá estar vacunada con todas las garantías a lo largo del primer semestre de 2021», dijo Pedro Sánchez.
Las cuestiones de logística, almacenamiento y distribución son otros aspectos que contemplará el Gobierno. Cuestiones que no son baladí si tenemos en cuenta el volumen de dosis a movilizar y las dificultades que entraña el transporte y almacenamiento algunos de los prototipos en investigación, que necesitan mantenerse a bajísimas dosis de temperatura para conservarse.
Precisamente Salvador Illa aseguró, durante el XXV Encuentro de Economía de S’Agaró, que los criterios de distribución –que trabajan con expertos y las comunidades autónomas– serán «los mismos en toda España», y subrayo que están intentando que la estrategia sea también igual en toda Europa. Y sobre la compra de vacunas, el ministro quiso señalar que España adquirirá «más de las que necesita».
Registro especial
Por otra parte, el Ministro de Sanidad explicó que el Gobierno creará un registro especial de vacunación Covid-19 para «hacer un seguimiento y una evaluación» de las personas que reciban la vacuna que, a su parecer, estará disponible a principios de 2021, una cuestión fundamental.
Illa defendió que el sistema sanitario español está entrenado para vacunar: «En España vacunamos anualmente a 10 millones de personas en unas ocho semanas de campaña de la gripe. Hay logística, hay profesionalidad, hay entrenamiento de vacuna. Ya lo hemos hecho, lo sabemos hacer y no es una cosa nueva». Sin embargo, en este caso el volumen será mucho mayor lo que requerirá una gran planificación. Y es que este es otro de los puntos vitales dada la magnitud de la empresa, por lo que es clave preparar toda la infraestructura para empezar con la vacunación tan pronto como sea posible. Cuestiones como los centros donde se dispensará, asegurar personal sanitario suficiente o el material necesario para la administración de las vacunas (como agujas) serán determinantes y que variarán en ocasiones dependiendo de la vacuna que se vaya a usar, pues diferirá desde el número de dosis a su mantenimiento.
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