Caza
Cómo rematar a cuchillo
Para rematar a cuchillo una res han de respetarse ciertas medidas.
La montería es la modalidad reina de caza mayor en España. En esta ancestral forma de cazar los monteros disfrutan de todo tipo de lances: con animales en carrera, al paso, con disparos lejanos o bien a tenazón en un cortadero, etc. Pero cuando una res queda herida es entonces cuando el cazador puede optar por entrar a rematar a cuchillo. No es obligación del cazador entrar a rematar, pero sí es su derecho poder hacerlo. Los remates a cuchillo normalmente los llevan a cabo los perreros. Ellos cuentan con gran experiencia en estas lides y conocen perfectamente como entrar al remate. No obstante, el cazador siempre y cuando la res esté cerca de su puesto puede entrar a rematarla a cuchillo.
Puede decirse que este tipo de lance es el más peligroso ya que enfrentarse a una res herida supone que el animal puede salir por cualquier lado ante el acoso al que está sometido. No obstante, es un lance puro de caza que proporciona al cazador una dosis de emoción y satisfacción al ser un enfrentamiento de tú a tú con el animal sin más ayuda que un cuchillo. Para entrar a rematar un animal deben cumplirse ciertos principios:
Rematar solo cuando hay perros: es una temeridad entrar a rematar a un animal que no esté agarrado por los perros. Un animal herido y sin perros que lo contengan puede ocasionar graves daños al montero e incluso la muerte. Así pues, solo cuando los perros tienen agarrado al animal el montero puede plantearse acudir al remate.
Portar un cuchillo adecuado: para que el cazador decida entrar a rematar una pieza es indispensable que lleve un cuchillo idóneo para el lance en cuestión. Una navaja no haría más que herir más al animal y ponerse en peligro el propio cazador al intentar dar muerte con tan pequeño utensilio. Tampoco es necesario portar una espada. En el mercado existe una infinidad de cuchillos diseñados específicamente para el remate. Como características fundamentales debe ser un cuchillo firme y resistente y a ser posible de doble filo.
Seguridad con el resto cazadores: si el cazador tiene opciones de entrar al remate y finalmente se decide a ello es inexcusable avisar a sus compañeros de caza. En una montería donde los puestos están situados en línea es fundamental que avise sus vecinos de un lado y otro para poder moverse del puesto asignado y no ser blanco de algún disparo por parte de otro cazador. Así mismo debe hacerse lo más visible posible para evitar cualquier posible accidente usando prendas reflectantes que ya está siendo obligatorias en las monterías. La seguridad es lo primero.
Valor y decisión: si el montero ha cumplido con las anteriores medidas es entonces cuando ha de tener la decisión y el valor suficientes para entrar al remate. Dudar no es aconsejable. Si se tienen dudas de poder llevar a cabo el remate es entonces mejor esperar a que llegue el dueño de la rehala y ponga fin al agarre. Si por el contrario el cazador está decidido a culminar el lance debe hacerlo con determinación para estar el menor tiempo posible fuera de su puesto.
Dónde clavar: para llegar a la res es recomendable hacerlo en silencio y por su parte trasera. Para que el lance sea correcto y se evite sufrimiento al animal el cuchillo debe penetrar en el espacio intercostal justo tras el codillo y la dirección del cuchillo debe ser hacia adelante y en caída buscando así una muerte rápida. También es aconsejable apostarse al costado contrario en el que se hunde el cuchillo evitando así un ataque del animal al sentir el acero en ese lado.
Una vez rematado el animal el cazador debe retornar inmediatamente a su puesto; la seguridad debe primar.
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