Tercera ola
La UE insta a aislar al 86% de los españoles, pero Sanidad se opone
Solo cuatro países europeos superan en incidencia a España. Francia y Alemania, con tasas más bajas, aplican políticas más duras
La tercera ola del coronavirus está azotando con dureza a Europa debido, en parte, a las nuevas cepas que circulan en el continente. Preocupa, sobre todo, la que proviene de Reino Unido. No solo se ha demostrado que tiene una mayor transmisibilidad, también una mayor virulencia entre los mayores de 60, según el gobierno de Boris Johnson.
En la Unión Europea, la incidencia media acumulada es de 453 casos por 100.000 habitantes, según datos del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés). Pero hay grandes diferencias por países. En España alcanza los 893 casos, solo superada por Irlanda (1.444), República Checa (1.362), Portugal (1.215) y Eslovenia (1.132). No obstante, en nuestro país hay regiones que sufren las mismas tasas: la Comunidad Valenciana llega a los 1.400; Castilla y León, Murcia, La Rioja y Extremadura, superan los 1.300; y Castilla -la Mancha los 1.200 casos.
La situación epidemiológica de estas zonas ha obligado al ECDC a añadir un nuevo color al semáforo que utiliza para señalizar la gravedad de la pandemia en las distintas regiones europeas. Al gris, amarillo, naranja y rojo, se añade ahora el rojo oscuro, para señalizar a las que superan los 960 casos por 100.000 habitantes.
Para poder contener esta tercera ola, el Ejecutivo europeo ha instado a los gobiernos nacionales a aislar aquellas zonas con incidencias superiores a 500, las coloreadas en rojo claro y oscuro. En nuestro país, esta medida obligaría a aislar a alrededor del 85% de la población, pues tan solo quedarían exentas Asturias, Canarias, Navarra y País Vasco.
Muy distinta es la situación en en Francia. En el país vecino, la incidencia acumulada media es de 380 casos y tan solo aparece en rojo la zona de la Costa Azul. Alemania, por su parte, tiene una incidencia de 319 casos y, según el semáforo del ECDC, solo están en riesgo tres provincias del este: Brandeburgo, Sajonia y la región de Tubinga. Italia, el país más castigado por la Covid en la primera oleda, aguanta mejor la embestida de este tercer pico que nuestro país. Su incidencia es de 374 por 100.000 habitantes de media, pero está disparada por encima de los 500 en la región de Venecia, el Véneto, Emilia Romaña y el Trentino Alto, aquellas más próximas a Croacia. Su país vecino está entero en alerta máxima, con tasas de contagios cercanas a los 600 casos.
La contraposición se encuentra en los países nórdicos, a excepción de Suecia. Llama la atención que este territorio tenga una incidencia de 668 casos, mientras que sus vecinos Finlandia y Noruega están en 61 y 148 respectivamente, sin ninguna región por encima de los 200 casos por 100.000. La buena gestión de la pandemia no se limita a los tan aplaudidos países nórdicos. Grecia también está fuera de riesgo con apenas 80 casos por 100.000.
Pero mientras países con menos incidencia que la española han tomado medidas severas, aquí el Gobierno ha descartado las recomendaciones que propone la Comisión Europea. Ni va a aislar zonas, ni decretará el confinamiento en las zonas con el virus descontrolado. Esta inacción del Ministerio de Sanidad ha obligado a las comunidades a pedir a sus cuidadanos que se autoconfinen. Tampoco el ministerio que hasta hace dos días capitaneaba Salvador Illa ha dado su brazo a torcer para adelantar el toque de queda a las 20 horas, pese a que es una medida pedida casi por unanimidad por todos las comunidades.
Sin embargo, son políticas que ya han puesto en marcha otros países de nuestro entorno con incidencias muy inferiores a la nuestra. Por ejemplo, Francia, con incidencias de 345 casos , decidió adelantar el toque de queda de las ocho a las seis de la tarde. Y Alemania ante el temor a la cepa británica ha apostado por extender el confinamiento que comporta el cierre de toda actividad no esencial y las aulas hasta el 14 de febrero.
Desde que comenzó la pandemia de SARS-CoV-2, la gestión de la misma ha recaído en cada estado sin que se haya puesto en marcha una política comunitaria, a excepción de la compra de vacunas a las farmacéuticas.
La Comisión Europea, se ha limitado, a dar recomendaciones. Ante el avance de esta tercera oleada ha propuesto a los países miembros reforzar las medidas de limitación de desplazamientos entre áreas intesamente afectadas por la pandemia, pero sin interrumpir la libre circulación dentro de la Unión Europea (UE), así como un paquete de reglas para los viajeros que lleguen a la UE desde el exterior. Tal como ya acordaron los jefes de Estado o de Gobierno el jueves pasado, la Comisión también considera necesario desalentar enérgicamente los viajes que no sean esenciales.
Para las personas que viajan desde una zona rojo oscuro, insta a los Estados miembros a exigirles una prueba antes de la llegada y además someterse a la cuarentena recomendada por el Comité de Seguridad Sanitaria. Esta es una medida que ya practican varios países. En zonas con incidencias superiores a los 500 casos, la Comisión Europea apunta que los países deberían reforzar intervenciones no farmacéuticas, como fomentar que los ciudadanos se queden en su casa y el cierre de ciertas empresas, además de fortalecer el rastreo y la secuenciación de los casos. En este último punto, España también incumple las recomendaciones de la UE: secuenciará el 2% cuando lo establecido es el 5%.
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