Medida drástica

Decretazo papal: Francisco destituye de facto al actual obispo de Almería

La ‘auditoría’ realizada en los últimos meses por el obispo coadjutor, Antonio Gómez Cantero, ha dejado al descubierto graves irregularidades en la gestión de Adolfo González Montes

Adolfo González Montes con el Papa Francisco en una imagen de archivo
Adolfo González Montes con el Papa Francisco en una imagen de archivoVaticanoVaticano

Viaje relámpago a Madrid del obispo de Almería, Adolfo González Montes, y del coadjutor enviado en enero por Roma, Antonio Gómez Cantero. El nuncio vaticano en España, Bernardito Auza, les comunicaba hoy a ambos la decisión de Francisco de “atribuir exclusivamente” al pastor recién llegado a Andalucía todos los “derechos, oficios y facultades” que competen a un obispo diocesano.

De esta manera, la Santa Sede destituye de facto a González Montes, que el próximo 13 de noviembre cumplirá 75 años, fecha en la que tiene que presentar su renuncia por edad. No suele ser ni mucho menos habitual que el Vaticano tome una medida tan drástica y, menos aún, cuando la fecha de jubilación está tan próxima.

En el documento entregado a los dos en persona se describe que “para proveer el Gobierno de la Iglesia de Almería, teniendo presentes las circunstancias peculiares, el Sumo Pontífice Francisco, Papa por la Divina Providencia, con solicitud Apostólica, ha considerado que se debe examinar el gobierno de la citada Iglesia”. O lo que es lo mismo, se da vía libre a Gómez Cantero para investigar todavía más a fondo lo que sucede en esta Iglesia local y tomar cuantas decisiones considere oportunas.

Y es que, Roma envío al que hasta hace poco era obispo de Teruel para realizar una ‘auditoría’ y tutela de las cuentas del obispado andaluz. De hecho, tuvo que dejar de forma abrupta las tierras aragoneses cuando estaba poniendo en marcha una innovadora estructura diocesana a imagen y semejanza de la sinodalidad e Iglesia en salida propuesta por el Papa.

La delicada situación económica de Almería -hay quien habla incluso de bancarrota- hacía imposible que la Conferencia Episcopal Española saliera al rescate con el fondo interdiocesano del que se suele echar mano cuando alguna diócesis atraviesa algún apuro coyuntural. De hecho, a Gómez Cantero no se le nombró obispo auxiliar, sino directamente coadjutor, para pasar directamente a ser el máximo responsable de la diócesis y reconducir la hucha local.

Sin embargo, la investigación realizada en este tiempo por Gómez Cantero habría dejado al descubierto otras “graves irregularidades graves” más allá del agujero financiero, tal y como ha podido confirmar LA RAZÓN, lo que ha llevado a la Santa Sede a mover ficha de inmediato.

Lo cierto es que el todavía obispo de Almería nunca vio con buenos ojos que Roma pusiera la mirada sobre él, convencido de que había actuado correctamente. Y, no solo eso, dejando caer la sombra de la sospecha de posibles venganzas y artimañas de otros obispos. Incluso lo dejó caer en la misa de ‘bienvenida’ a su sucesor el pasado mes de marzo. “No podemos sucumbir al engaño de quienes dividir a los pastores, rompiendo así la unidad del rebaño, que adquiere una gravedad pecaminosa singular cuando se hace desde dentro”, expresó González Montes en una homilía en la que llegó a afirmar “los bautizados vivimos en la división constante, con descalificaciones recíprocas, en pugnas por un poder que es efímero, como todos los poderes de este mundo, con una vanidad infinita a veces”.

Esta tensa acogida con teoría de la conspiración de por medio ha sido tumbada por la documentación que está en posesión de Nunciatura y a la Congregación para los Obispos que

firma el decreto entregado hoy a los pastores. Ahora, el Vaticano muestra su plena confianza en Antonio Gómez Cantero, un pastor de 64 años con bagaje en materia de gestión, tal y como demostró como vicario general en Palencia, donde tampoco tuvo las cosas fáciles.