Vacunación

Sanidad justifica su veto a AstraZeneca con cuatro muertes

Llama al orden a las comunidades para que acaten la pauta del Ministerio y terminen de inmunizarse con Pfizer

Una mujer recibe la segunda dosis de la vacuna de AstraZeneca en el Complejo Hospitalario Universitario de Orense, Galicia (España).
Una mujer recibe la segunda dosis de la vacuna de AstraZeneca en el Complejo Hospitalario Universitario de Orense, Galicia (España).Rosa VeigaEuropa Press

El Ministerio de Sanidad está sacando la artillería pesada para defender su decisión de administrar Pfizer como segunda dosis a los menores de 60. Como la mayoría de los ciudadanos, alrededor de un 90%, están optando por AstraZeneca y regiones como Madrid, Galicia y Castilla y León están recomendando que no se mezclen sueros, el ministerio que dirige Carolina Darias ha optado por la política del miedo. Hoy ha recordado que el suero desarrollado por Oxford puede provocar trombosis y que, de hecho, en España ya han muerto cuatro personas por esta causa.

No son fallecidos nuevos, todos se conocían ya, pero aún así, Darias ha visto conveniente volverlos a sacar a la palestra mediática para forzar a los ciudadanos a cambiar de opinión y que opten por Pfizer.

Según ha sacado a colación el Ministerio, cuatro personas han muerto por los efectos de la vacuna de Oxford y un quinto caso está en estudio. Otros 15 también han sufrido trombos de distinta gravedad. El primer caso se conoció el lunes 15 de marzo, cuando Darias anunció que se suspendía la vacunación con AstraZeneca por los efectos de trombosis venosa detectados en algunos países. Poco después llegaron los siguientes. Entre ellos está el de una profesora que murió a los 10 días de haber sido vacunada, por un ictus isquémico.

Desde Sanidad se ha vuelto a llamar al orden a las comunidades que aconsejan a sus ciudadanos completar la inmunización con el mismo suero, tal y como dictaminan los organismos reguladores. Y, además, les exige que den un mensaje único sobre las vacunas porque, según avisa, lo contrario genera una incertidumbre que pone en peligro la campaña.

Fuentes del departamento que dirige Carolina Darias admiten que en las últimas semanas se ha producido un «gravísimo problema» de comunicación en torno a la segunda dosis de la vacuna de AstraZeneca al dar a entender que era una cuestión de elección o preferencia para los menores de 60 años.

Según el protocolo que fijó el Ministerio de Sanidad, aquellos que rechacen la vacunación combinada podrán ponerse la de AstraZeneca siempre que firmen un consentimiento informado en el que, además, afirman estar al corriente del riesgo de trombo. Pero, en la práctica, cada región está funcionando a su manera. Se han rebelado contra el ministerio porque su postura sobre las segundas dosis ni está lo suficientemente consensuada en el Consejo Interterritorial ni cuenta con el aval de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

Andalucía directamente no exige de manera obligatoria la firma del consentimiento informado. En esta región, no obstante, se ofrece el formulario para ambos preparados, no solo AstraZeneca como determinó Sanidad. Pero si la persona quiere recibir la vacuna, cualquiera de las dos, y se niega a firmar nada, igualmente se le administrará. Eso sí, dejando constancia de ello y de su elección en el sistema informático del Servicio Andaluz de Salud. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, defiende que no se está contraviniendo las órdenes del ministerio, sino que, simplemente, se está aplicando «el sentido común». Aclaró que el Ejecutivo regional tiene «la obligación sanitaria» de administrar vacunas independientemente de que haya por medio o no una autorización. En todo caso, Moreno reconoce que casi todos están firmando el consentimiento y que, por cierto, la mayoría elige AstraZeneca.

En Murcia también está ganando por goleada la opción de terminar la inmunización con el mismo suero de Oxford. Y, como en Andalucía, se ofrecen autorizaciones para ambos sueros, aunque en esta comunidad sí que es obligatorio dejar constancia por escrito de la decisión.

Murcia fue una de las comunidades –junto con Madrid, Galicia y Castilla y León– que forzaron la posibilidad de elección al no estar de acuerdo con la pauta de vacunación combinada. La consejera de salud castellanoleonesa, Verónica Casado, ha vuelto a insistir en esta idea. En Castilla y León también han diseñado autorizaciones para la vacunación tanto con AstraZeneca como con Pfizer, ya que, según dijo la consejera, «no hay estudios a largo plazo suficientes en cuanto a efectos secundarios y no está recomendado por la Agencia Europea del Medicamento».

La Comunidad de Madrid, por su parte, está esperando a que Sanidad publique este nuevo protocolo para empezar a citar a los 140.000 menores de 60 años que están pendientes de recibir la segunda dosis. El consejero de Salud, Enrique Ruiz Escudero, recomienda a los ciudadanos que opten por completar su inmunización con AstraZeneca, como dictamina la EMA. Por eso, considera que solo deberían firmar el consentimiento informado las personas que pidan cambiar a Pfizer, al revés de lo que plantea el Comité de Bioética.