Macrobrote de Mallorca

Simón: “Es esperable y no se pueden plantear muchas alternativas”

La incidencia sube cinco puntos y el epidemiólogo descarta medidas adicionales. Los expertos en Salud Pública responden que urge priorizar la vacunación de los menores de 40

El macrobrote de Mallorca ha producido más de 1.000 casos y se espera que los contagios vinculados a él sigan aumentando. Episodios como éste, de jóvenes que celebran el final de las clases, y la relajación de medidas, han provocado que la incidencia haya subido. Según el último balance del Ministerio de Sanidad la incidencia acumulada a 14 días vuelve a estar en los 100 casos por cada 100.000 habitantes, cinco puntos más que el viernes.

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, apuntó que se debe al aumento de la transmisión entre los no vacunados, los menores de 40 años. Pero, como no son un colectivo de riesgo, aclaró que tanto la ocupación hospitalaria como la letalidad siguen en descenso. La ocupación de UCIS es del 6,9% y la letalidad del 0,2% .

El epidemiólogo reconoció ayer en rueda de prensa que a partir del grupo de los 40 años la transmisión está subiendo ligeramente, pero descarta tomar medidas adicionales más allá de la inmunización de todas las personas. “Sobre si se van a hacer acciones concretas en estos grupos de edad, la primera es conseguir vacunarlos a todos. Luego, hay que mantener las medidas. No vamos a inventar nada nuevo”.

Los expertos coinciden en que, para mantener el virus a raya, lo esencial ahora es ahora seguir la estrategia de la Comunidad de Madrid y acelerar la inmunización de los menores de 40. La región gobernada por Isabel Díaz Ayuso ha comenzado a vacunar las 24 horas del día en el Hospital Isabel Zendal y va a ampliar la autocita para el grupo de 18 a 39 años en la primera semana de julio.

“La única solución es vacunar, vacunar y vacunar. Es el momento de abrir la campaña de inmunización a los adultos jóvenes, que es el grupo de población que ahora está acumulando el mayor número de contagios”, señala Benito Almirante, jefe del servicio de enfermedades infecciosas del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. “Lo que ha pasado va a volver a pasar, y pasará también el verano que viene. No hay que castigar al ocio nocturno, imponiéndole nuevas restricciones y limitando su actividad, por dos motivos: porque sería injusto para los mayores de 40 años que están vacunados y tienen derecho a poder disfrutar y porque seguirá habiendo ocio nocturno no reglado, que es mucho más peligroso”.

En su opinión, lo que está haciendo el Gobierno balear para tratar de gestionar el macrobrote es acertado. «Actúa con criterios de salud pública, para proteger a la ciudadanía. Es un trabajo laborioso, que requiere mucho esfuerzo para obtener un registro completo de todos los que han tenido contacto y comprobar todas las interconexiones entre los grupos que han coincidido, que son más de 20 o 25. La prueba de que se está haciendo bien es que se han detectado muchos casos asintomáticos. Obviamente, a las personas que no están ligadas al brote, y que ni siquiera han coincidido en el tiempo ni en lugares comunes, no hay que confinarlas”, destaca.

Los positivos detectados que se han secuenciado pertenecen a la variante alfa, “lo que demuestra que el virus se puede trasmitir mucho y muy rápido si se lo ponemos muy fácil”, manifiesta Estanislao Nistal, virólogo y profesor de Inmunología de la Universidad San Pablo CEU, de Madrid.”Si esto es así con Alfa, nos podemos hacer una idea de cómo será cuando llegue el turismo británico y se produzcan eventos de super contagio con Delta, que tiene una ventaja de trasmisión del 60% sobre la primera y una velocidad de contagio llamativamente mayor”, añade.

Respecto a la polémica situación generada a raíz del macro-brote, Nistal defiende la actuación del gobierno balear. “Es lo que hay que hacer: detección de positivos y aislamiento de los contactos estrechos para cortar la cadena de contagios. No hay otra manera de minimizar las consecuencias”.