Erupción en La Palma

3.500 vecinos confinados al quemarse una cementera

El desprendimiento de la cara norte del cono del volcán el pasado fin de semana ha provocado la destrucción total del polígono industrial más grande de La Palma, en el municipio de Los Llanos

El sábado, dos derrumbes en la cara norte del volcán dieron una vuelta de tuerca a la situación que se vive en la isla. Hasta el momento, la nueva colada ha sepultado el polígono industrial más grande de La Palma, situado en el municipio de Los Llanos de Aridane. Las lenguas de lava ya han arrasado el almacén de una empresa, plantas de extracción de áridos y transportes, cooperativas agrícolas, y un punto limpio, y se adentran en una fábrica de cemento, hormigón y prefabricados.

La combustión del incendio ocasionado en la cementera ha obligado a la Dirección General de Emergencias a confinar a 3.500 vecinos y vecinas de varios barrios comprendidos entre los municipios de Los Llanos de Aridane y El Paso. Entre otras medidas se ha ordenado a la población cerrar puertas, ventanas, persianas y toda entrada de aire procedente del exterior y confinarse, si es posible, en las habitaciones «más interiores» del domicilio, además de interrumpir «todo sistema que haga entrar aire del exterior».

El director técnico del Plan de Emergencia Volcánica (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, ha explicado que se ha adoptado esta medida debido a que entró en combustión la fábrica de cementos situada en el polígono industrial.

«Hasta que podamos analizar si la calidad del aire permite hacer una vida normal se ha preferido hacer el confinamiento para evitar problemas de salud», dijo. Actualmente se están analizando gases y «mis noticias son que han mejorado las condiciones», ha añadido. Los expertos han asegurado que continuarán evaluando la calidad del aire tras la quema de la cementera, de cara a un posible levantamiento del confinamiento en función de la mejora de las condiciones meteorológicas.

Durante las últimas noches, los vecinos de la zona han sentido las fuertes vibraciones del volcán, asegurando que han sido las peores desde que comenzó la erupción. Además, los científicos ya se preparan de cara a un posible derrumbamiento del delta lávico (fajana) en el mar, lo que se traduciría en olas de hasta cinco metros si esto se produce en aguas profundas, explosiones hidromagmáticas y la liberación de gases.

Después de que se produjera el derrumbe del flanco norte del volcán de Cumbre Vieja, el río de lava arrastró bloques de roca del tamaño de un edificio de tres pisos, según advirtió el Instituto Geológico y Minero de España (IGME).

La colada que superó la montaña de Todoque por el norte continúa su camino devastador hacia el mar, y crearía, en el caso de que no lo alcance, una nueva fajana más al norte de la ya existente.

Mientras, la colada más al sur sigue recorriendo lentamente su camino hacia la playa de Los Guirres, tras varias jornadas «estancada» entre plataneras, y la fajana principal continúa creciendo con en torno a 34 hectáreas de superficie, esta nueva colada hace su camino lentamente.

Podría darse la circunstancia de que esta colada llegue al mar en las próximas horas, lo que permitiría generar otra fajana que, en el caso de seguir recibiendo material durante muchas más jornadas, es probable que termine uniéndose con la primera.

El director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ha actualizado en su comparecencia ante los medios los datos de los daños producidos por la erupción. La superficie afectada alcanza ya las 591,1 hectáreas, 65,3 más que el domingo, y el número de edificaciones dañadas parcial o totalmente es de 753, según el Catastro. Los cultivos afectados ascienden a 150 hectáreas, siendo en su mayoría plantaciones de plataneras. Las diferentes administraciones están trabajando de manera conjunta para dar solución a estas pérdidas materiales.

Según el Instituto Geográfico Nacional (IGN) durante las últimas horas la actividad sísmica ha aumentado en profundidades superiores a los 20 kilómetros. Las previsiones meteorológicas pueden afectar a la calidad del aire de El Paso y Los Llanos de Aridane, así como a la operatividad del aeropuerto de La Palma, aunque es poco probable que impacte al de Tenerife Norte.

Los expertos prevén que la previsión del tiempo en la isla sea «mala» para los próximos tres días, y continúan recomendando que las personas con viviendas próximas a la zona de la erupción o que padezcan alguna enfermedad respiratoria, cardiopatías, niños, embarazadas o personas con un sistema inmunológico débil utilicen las mascarillas FFP2 y no salgan de sus casas si no es estrictamente necesario.

Durante el día de hoy el aeropuerto de La Palma, a pesar de las malas predicciones sobre las condiciones meteorológicas, opera con cierta anormalidad, aunque debido a la nube de ceniza ha habido que cancelar varios vuelos procedentes de la península. Sin embargo, las compañías aéreas interinsulares mantienen su operatividad, si bien muchos de los vuelos han sufrido retrasos en los horarios.