Inmunodeficiencia

“La Paciente Esperanza”, la segunda persona que logra vencer al VIH

Con este caso, son ya cuatro los individuos que se han curado de esta enfermedad. Aunque dos de ellas necesitaron de un trasplante de médula ósea para sanar

Syringes and blood with the word HIV on beads
Syringes and blood with the word HIV on beadsChristian BridgwaterLa Razón

Una mujer argentina, más concretamente de Esperanza, que no ha querido desvelar su identidad, se ha convertido, según los científicos, en la segunda persona en el mundo que se ha curado del VIH sin someterse a un trasplante de médula ósea. La mujer fue diagnosticada con el virus de la inmunodeficiencia humana en 2013, según un artículo publicado en la revista “Annals of Internal Medicine”. El VIH es un retrovirus que ataca al sistema inmunitario de la persona infectada dejándola indefensa frente a microorganismos infecciosos, como bacterias, virus y hongos. En España, se estima que hay 146.000 infectados por VIH y unas 20.000 personas viven con la infección sin saberlo, según la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).

Los registros médicos indican que, hasta día de hoy, sólo tres personas en la historia se habían curado del virus de la inmunodeficiencia humana. Sin embargo, dos de ellas, Timothy Brown de Palm Springs, California, (quien murió el año pasado a los 54 años debido a un cáncer) y a Adam Castillejo de Londres, Reino Unido, lo hicieron después de recibir trasplantes de células madre, un procedimiento demasiado arriesgado como para ser una opción para la mayoría de las personas infectadas con VIH.

El estadounidense Timothy Brown, también conocido como «el Paciente de Berlín» por ser el primer curado del mundo del VIH por un trasplante de células madre, participando en la presentación del XIX Congreso Nacional sobre el Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)
El estadounidense Timothy Brown, también conocido como «el Paciente de Berlín» por ser el primer curado del mundo del VIH por un trasplante de células madre, participando en la presentación del XIX Congreso Nacional sobre el Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)larazon

La única persona que, hasta el momento, se había curado sin este tipo de procedimientos era una californiana de 67 años llamada Loreen Willenberg, conocida comúnmente como la Paciente de San Francisco, quien suprimió el virus durante décadas tras infectarse en 1992. Loreen, y ahora la misteriosa mujer argentina, forman parte de un pequeño grupo llamado “controladoras de élite”, capaces de mantener cargas virales bajas o indetectables durante muchos años sin necesidad de administrar un tratamiento antirretroviral. Según un estudio publicado en al revista “Nature” en agosto del año pasado, solo el 0.5% de la población infectada por este virus, entra en ese grupo.

“La Paciente Esperanza”

Test VIH
Test VIHDreamstimeDreamstime

Desde 2017, un equipo internacional de investigadores ha estado estudiando detenidamente el ADN de la paciente argentina en busca de rastros del virus. En total se analizaron 1.188 millones de células mononucleares de sangre y 503 millones de células mononucleares de tejidos placentarios después de que diera a luz, en marzo de 2020, a su primer hijo. Después de secuenciar los casi 1.700 millones de células, los científicos han confirmado que la mujer no tiene VIH.

La paciente argentina es conocida como “la Paciente Esperanza”, según la revista “Annals of Internal Medicine”, porque proviene de la ciudad de Esperanza. Tiene una hija, que tampoco tiene VIH, y está esperando un segundo hijo con su pareja. “El solo hecho de pensar que mi afección podría ayudar a lograr una cura para este virus me hace sentir una gran responsabilidad y compromiso para hacer de esto una realidad”, explicó la mujer a “STAT”.

La medicina moderna ha hecho posible que muchas personas vivan con el virus bajo control, pero por lo general requieren una terapia antirretroviral constante para evitar que el virus se replique. Aunque este tipo de noticias ofrecen esperanza para que, un número reducido de personas infectadas que han llevado una terapia antirretroviral durante muchos años también puedan suprimir el virus y dejar de ingerir los medicamentos, que pueden tener efectos adversos en el organismo.