Volcán
Los lahares, la peligrosa amenaza que puede traer la lluvia en la Palma
Entre mañana y el viernes, la isla de La Palma podría exponerse a nuevos riesgos debido a la lluvia y el material expulsado por el volcán
Mañana, jueves, se inicia un episodio de lluvias en Canarias que se prolongará hasta el sábado. En otro momento, esto no sería noticia. Sin embargo, las precipitaciones, junto con las acumulaciones de ceniza, podrían provocar lahares, uno de los mayores peligros asociados a los volcanes.
Durante la jornada del jueves, se desencadenará un episodio de lluvias en Canarias que se mantendrá hasta el sábado, afirma José Miguel Viñas, experto de Meteored. Se producirán precipitaciones localmente intensas y tormentosas en las islas occidentales, con gran incidencia en La Palma y Tenerife. Además, en las zonas altas, aumentarán los vientos del oeste.
El viernes, estas precipitaciones y tormentas se extenderán por todo el archipiélago. Las lluvias tenderán a ser bastante intensas, sobre todo en la mitad occidental de Canarias, sin descartarlas, más puntualmente, en el resto. Una situación que hay que controlar especialmente en el oeste de La Palma ya que se podrían provocar algunos lahares como consecuencia de las grandes acumulaciones de ceniza.
El peligro de los lahares
Uno de los problemas causados por la ceniza, material piroclástico cuya dimensión es menor de 2 milímetros, es su acumulación. Cuando se amontona por ejemplo en los tejados de las edificaciones, su peso puede causar derrumbes, y por eso es importante removerla para evitar colapsos, explica Lorenzo Pasqualini, geólogo de Meteored.
Si la ceniza volcánica se mezcla con el agua de lluvia, puede convertirse en un barro que obtura los desagües de los tejados y aumenta el peso en las estructuras edificadas, aumentando el riesgo de colapso. Este barro puede obturar las alcantarillas, y aumentar los daños en las zonas afectadas por la lluvia de ceniza, causando inundaciones.
Un fenómeno más temible causado por la combinación entre lluvias y ceniza volcánica son los denominados “lahar”. Esta palabra, procedente del idioma javanés, indica una colada de barro que se produce en las laderas de un volcán, formada por materiales piroclásticos mezclados con agua que se mueven, atraídos por la fuerza de gravedad, hacia las zonas situadas en cotas más bajas.
Este tipo de coladas de barro suele producirse cuando hay mucha acumulación de materiales piroclásticos recién expulsados (ceniza y/o lapilli) en un área montañosa con pendientes pronunciadas, y cuando hay tormentas muy violentas o derretimiento repentino de glaciares. En las laderas de los volcanes este tipo de flujos puede alcanzar velocidades muy elevadas y destruir cualquier cosa en su recorrido.
Un terrible ejemplo de lahar es el del 1985 en Colombia, causado por el repentino derretimiento de un glaciar en la erupción del Nevado de Ruiz. En Italia, durante la erupción que sepultó Pompeya en el 79 d.C., una colada de barro de este tipo sepultó la ciudad de Ercolano.
El geólogo explica que en el caso de la erupción de La Palma, es difícil que se produzca un fenómeno de tales dimensiones, porque no hay pendientes tan pronunciadas como en los casos mencionados aquí arriba. Aún así, la ceniza mezclada con el agua puede producir pequeñas coladas y obturar las alcantarillas, creando inundaciones locales.
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