Nochevieja

Cómo evitar atragantarse con las uvas

Los otorrinos alertan de que es un peligro para los menores de cinco años

Las uvas son la tercera causa de asfixia en menores de cinco años
Las uvas son la tercera causa de asfixia en menores de cinco añosEduardo ParraEuropa Press

Todo listo para las doce campanadas, pero antes de tomarse las uvas hay que seguir algunos consejos para evitar accidentes, sobre todo entre las personas mayores y los más pequeños de la casa. Los atragantamientos son uno de las principales causas por las que se acuden a urgencias en estos días, entre los alimentos más peligrosos se encuentran los frutos secos, los turrones y las uvas.

La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía del Cabeza y Cuello, recomienda extremar las precauciones sobre todo en niños menores de 5 años y en personas mayores de 65, los más vulnerables a sufrir asfixia. Además, alertan de que el mayor número de casos de aspiración se produce entre los menores de dos años. Por ello, aseguran que es un peligro que los niños menores de 5 años coman uvas enteras.

Las uvas son la tercera causa de asfixia en menores de cinco años, según los otorrinos españoles. Este problema se produce, sobre todo, porque esta fruta, por su forma y textura, es fácil de aspirar y puede provocar la obstrucción de las vías respiratorias. Además, los niños más pequeños no mastican adecuadamente porque no tienen tienen todos los dientes y su reflejo de deglución está poco desarrollado.

Para reducir el riesgo de aspiración, la Sociedad Española de Otorrinolaringología aconseja quitarles la piel y las pepitas a las uvas y partirlas en varios trozos. Otra opción es celebrar las doce campanadas con otro tipo de alimentos menos peligrosos, descartando los frutos secos.

En caso de atragantamiento leve debemos ayudar al atragantado a toser. La tos es el mejor mecanismo para evitar el paso del alimento a zonas de la vía respiratoria inferior y que puede causar la muerte.

Si el atragantamiento es más severo, debemos aplicar la maniobra de Heimlich. Para ello, nos pondremos de pie, detrás del atragantado, le abrazaremos colocando las manos a la altura de la boca del estómago, cogiendo un puño con la otra mano y haremos compresiones abdominales, dosificando la intensidad según el caso, que ayuden al paciente a expulsar el cuerpo extraño, según explica la Sociedad Española de Otorrinolaringología.

Ante cualquier duda y si se sospecha que un niño se está atragantando se debe acudir inmediatamente a un servicio de urgencias.

En caso de que pierda la consciencia, se deben abrir las vías respiratorias y comprobar que respira, empieza con 5 boca a boca y sigue con ciclos de 30 masajes cardíacos cada 2 boca a boca durante un minuto, hasta que la ayuda llegue o el niño vuelva a respirar. Si en cualquier momento empieza a respirar colócale en posición de recuperación y consulta con el servicio de Urgencias.