Volcán

Los vecinos de Las Manchas en La Palma piden «servicios mínimos» antes de regresar a sus hogares

La segunda fase de los realojos tras la erupción volcánica habilitará viviendas a sólo diez metros de las coladas

Efectivos de la Guardia Civil realizan mediciones de gases en el barrio costero de La Bombilla
Efectivos de la Guardia Civil realizan mediciones de gases en el barrio costero de La BombillaMiguel CaleroAgencia EFE

La vuelta a los hogares de los vecinos del Valle de Aridane está siendo un trabajo a contrarreloj por parte de las administraciones y los propios afectados. Los damnificados no dejan de presionar para adelantar la vuelta a sus casas, tras más de tres meses fuera de ellas.

Ya son más de 1.000 personas las que han regresado desde que comenzó este proceso el pasado lunes y la necesidad de «volver a casa» es tan urgente que desde la Dirección de la Emergencia ya barajan el posible realojo de algunas viviendas que se encuentran muy próximas a las coladas.

El adelanto de los realojos anunciado por el Comité Director del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) solo está pendiente de situar la línea exacta en la que se encuentra el límite de seguridad respecto a la proximidad a la zona de coladas. Un dato que podría significar situarse a apenas diez metros del límite exterior del campo de coladas.

La vuelta a estos nuevos núcleos poblaciones se preveía para hoy, tras los primeros resultados del análisis del estado de las coladas realizado por los científicos del Instituto Geológico y Minero (IGMA-CSIC) y el Cabildo de La Palma, que permitirá ofrecer una mejor definición de la zona de exclusión.

La Asociación de Vecinos de Las Manchas reclama que el barrio vuelva a su estado previo a la erupción del pasado 19 de septiembre. Jenni Sánchez, presidenta de la Asociación de Vecinos de Las Manchas, denuncia que «aunque nos den esperanzas sobre que se pueda volver a nuestras casas, si volvemos nos vamos a encontrar en una situación sin abastecimiento de agua, sin accesos habilitados, y a las personas que trabajan en Los Llanos les sería imposible llegar a una hora prudencial porque los trayectos son imposibles».

El único acceso que habilita el tránsito de los vecinos de Las Manchas es por la zona sur de la isla, a través de Fuencaliente, lo que supone un largo trayecto en coche que no «todos nos podemos permitir», aclara Jenni Sánchez. Asimismo, deja de ser viable para llevar a los niños a los colegios e institutos de El Paso o Los Llanos de Aridane, ya que a través de ese único acceso se tardarían más de dos horas en el trayecto.

«Necesitamos que se dote a Las Manchas de unos servicios mínimos, ahora mismo no tenemos ni centro de salud, ni comercios, ni farmacias... Es un barrio fantasma y, aunque es viable el realojo, necesitamos que se presten unos servicios mínimos para poder vivir en el barrio que previamente conocíamos».

La exposición de los datos obtenidos en la monitorización de las coladas de la zona norte que se llevan a cabo desde el 31 de diciembre para conocer la estabilidad, emisión de gases y temperatura de la lava ha permitido ajustar los perímetros de las zonas evacuadas. Con la información aportada, la Dirección Técnica y el Puesto de Mando Avanzado establecerán en cada caso las distancias de seguridad desde los bordes de las coladas y señalizarán los accesos en función del riesgo con cartelería informativa.

Además, los representantes de todas las administraciones y equipos de emergencia presentes en el Comité de Dirección resaltaron la colaboración y la prudencia que ha demostrado la población en el regreso a sus casas en la primera fase del realojo, que se inició el lunes para determinados núcleos poblacionales de El Paso, Tazacorte, Los Llanos y Fuencaliente y que son, por el norte, parcialmente Tacande y Tajuya (rotonda del Sombrero), Las Martelas, La Condesa, Marina Alta, Marina Baja y Las Cabezadas (zona de campo de fútbol y cementerio); y por la zona sur, el núcleo de El Charco.

El retorno se llevó a cabo sin incidencias y de forma gradual, siguiendo en todo momento las indicaciones de las autoridades de no bajar a sótanos, ventilar bien las viviendas e ir siempre acompañados.

Aún con los realojos, respecto al número de alojados en hoteles, la cifra solo se ha reducido en 16 personas respecto al último dato disponible, permaneciendo hospedadas un total de 548 personas. De ellas, 356 se alojan en Fuencaliente, 122 en Breña Baja y 70 en Los Llanos de Aridane.

Cruz Roja estima que en las próximas fechas varias decenas de personas regresarán a sus hogares. Asimismo, sobre las personas dependientes, que fueron desalojadas antes de la erupción, 43 continúan en centros sociosanitarios de la isla y regresarán a sus hogares una vez lo hagan sus familiares y sus viviendas vuelvan a contar con las condiciones habitacionales adecuadas para estas personas.