Los test covid a los que se sometió Mari Carmen con menos de cuatro horas de diferencia: Antígenos positivo, PCR negativa

El falso positivo de antígenos que impidió a Mari Carmen dar el último adiós a su madre

La retirada del mercado de una defectuosa marca de test covid genera indignación entre los afectados: “Es una vergüenza. Si no son fiables que los prohíban”

Mari Carmen ha perdido a su padre y a su madre en menos de dos años. Ambos por coronavirus. Jaime falleció el 2 de abril de 2020 en una residencia, cuando la pandemia golpeaba con fuerza y los más mayores se convertían en las víctimas más vulnerables del virus. No se pudo despedir de él. De hecho, estuvieron una semana sin saber dónde se hallaba su cuerpo sin vida. Tampoco pudo dar un último abrazo a su madre, Virginia, que a los 88 años, fallecía hace una semana por complicaciones de la covid que le provocaron graves trombos en el pulmón.

«El día 6 de enero nos llamaron del Hospital de Leganés, en Madrid, para comunicarnos a la familia que mi madre se encontraba en estado terminal y que si queríamos despedirnos de ella, era el momento. Nos comentaron que para acceder a la habitación teníamos que someternos un test de antígenos previo, así que fui a la carpa que habían habilitado en el hospital. Yo no tenía ningún síntoma. Estaba segurísima de que daría negativo porque además desde que comenzó la pandemia he tenido una vida social muy reducida», explica Mari Carmen a LA RAZÓN.

Virginia y Jaime, los padres de Mari Carmen, ambos fallecidos por covid
Virginia y Jaime, los padres de Mari Carmen, ambos fallecidos por covidLa RazónLa Razón

Su sorpresa llegó cuando el resultado del test fue positivo: «No me lo podía creer, me enfadé muchísimo. Se lo comenté al chico que me dio el resultado. Estoy vacunada y no tenía ningún síntoma. Pero me dijeron que si había dado positivo no podía ir a dar el último adiós a mi madre. Imagínate qué situación», relata con tristeza un día después de haber dado sepultura a su progenitora.

Con la urgencia que requería su situación para poder ver a su madre por última vez, Mari Carmen decidió acudir a otro centro para realizarse una PCR que confirmara el resultado: «Fui al Hospital de Moncloa. Les expliqué mi situación. Al principio me dijeron que lo que tenía que hacer era confinarme, pero yo les expliqué que estaba segura de que no tenía covid, que había sido un error del test y que por ese fallo no iba a poder despedirme de mi madre. El médico lo valoró y me hizo la PCR. El problema es que los resultados no son inmediatos y tenía que esperar hasta el día siguiente», cuenta.

Y sus peores presagios se cumplieron. La madre de Mari Carmen, de 88 años, murió al día siguiente, antes de que ella tuviera el resultado de la PCR. Solo dos de sus siete hermanas pudieron estar a su lado antes del deceso. «Cuando me llegó el informe no me lo podía creer: negativo. No tenía el virus, había sido un error del test de antígenos. Es una vergüenza, si están dando los test tanto falso positivo, si no son fiables, que no lo hagan porque su resultado puede tener unas consecuencias terribles como me ha ocurrido a mí».

Aunque los resultados de su PCR no se los dieron hasta el día 7 de enero, tanto el test de antígenos como la PCR se realizaron el mismo día con una diferencia de menos de cuatro horas, tal y como se confirma en la documentación que esta madrileña de origen granadino facilita a LA RAZÓN. «Ahora no tengo ganas de ahondar en el asunto, pero cuando me recupere sí que buscaré explicaciones. Acabo de enterrar a mi madre y estoy muy triste», subraya.

Sensibilidad del 90%

El caso de Mari Carmen es tan solo uno, y quizá de los más desgarradores, que han salido a la luz estas últimas semanas en relación a los falsos positivos. Hasta ahora, en lo que insistían los expertos era en el elevado número de falsos negativos que generaban los test de antígenos, que ofrecen una sensibilidad de alrededor de un 90%, según la Agencia Española del Medicamento, frente a la eficiencia de casi el 100% de las PCR. Por este motivo, y ante los problemas derivados de algunas marcas de antígenos, esta semana, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) pidió el cese de la comercialización y la retirada del mercado de los test de la farmacéutica china Genrui Biotech «ante un posible aumento de resultados positivos».

En España, este test se ha comercializado durante todo este tiempo en cinco empresas de Madrid capital, Getafe, Barcelona, Sevilla y Asturias. Precisamente en la Ciudad Condal nos encontramos con otro de los afectados por el defectuoso Genrui. Asier Cuesta, arquitecto de 25 años, después de que le comunicaran que alguno de los amigos con los que había compartido una comida había dado positivo, decidió hacerse un test. Dio negativo. Para tener algún otro test «extra» de cara a las fiestas navideñas, antes de juntarse con su familia en Bilbao, decidió comprar otro par de pruebas de antígenos en una farmacia de Barcelona, muy cerca de su trabajo.

«Los que compré en esa ocasión fueron de la marca Genrui. A los seis días del contacto me lo repetí. Era el miércoles 29 de diciembre y me salió una tenue línea en el positivo. No tenía claro si era fiable o no. Ante la duda, compré otro de una marca diferente y me dio negativo. Estaba bastante confundido. Consulté con familiares sanitarios y dos de tres de ellos me dijeron que era positivo, aunque solo lo hubiera confirmado uno. Me dijeron que me confinara», afirma el joven.

Los dos test de antígenos de Asier Cuesta. El de la marca Genrui, positivo y el otro, negativo
Los dos test de antígenos de Asier Cuesta. El de la marca Genrui, positivo y el otro, negativoLa razonLa Razón

Así que contactó con el centro de salud para que le indicaran como proceder y, si ante la incongruencia de resultados dependiendo de cada marca de test, era necesaria una PCR para confirmarlo. «Me dijeron que podía acudir ese mismo día a hacerme una PCR a urgencias en el centro de salud. Sin embargo, al estar en plenas fiestas, el resultado no llegaría hasta el día 1 de enero. La diferencia de tiempo entre el test de antígenos y la PCR fue de dos horas».

¿Fallo en el sensor?

Asumiendo que era positivo, perdió el vuelo de regreso a Bilbao para despedir el año con sus familiares y se aisló en su casa. «Me lo tomé con buena filosofía, qué remedio. Estaba solo en mi casa ya que mis compañeros se habían ido, y pude salir de mi habitación. Así que en ese sentido bien». Su sorpresa fue cuando la PCR dio negativo, no había contraído el virus: «Cuando estaba en casa vi por televisión que habían retirado algunos test por la cantidad de falsos positivos que estaban dando y dije: ‘’Anda, si es el mío’'. En resumen, perdí tres día de vacaciones, tampoco puedo decir que sea un drama, pero bueno, perdí el dinero del vuelo, que ahora estoy reclamando a la compañía».

Según narra Asier, el test defectuoso, por el que pagó 5,50 euros, era un poco más «complicado de utilizar que el resto que había probado. No encajaba bien el bote con el reactivo... Costaba más trabajo hacerse el test con él». Ante esta situación, lo que este arquitecto vasco destaca es que si por la culpa de algunas marcas defectuosas de test de antígenos «nos lleva a desconfiar de una herramienta tan útil como esta, vamos por mal camino».

A quien también le obligó a cancelar un concierto con su banda de música por un falso positivo de Genrui fue Marcos, de Valencia. «Nosotros compramos el test en Portugal, donde vivo por trabajo. Cuando se lo hizo y dio positivo nos extrañó porque no teníamos ningún síntoma. Él se lo hizo para ir seguro al concierto. Luego nos lo repetimos con test de otra marca y dimos negativo, pero claro, cómo iba a ir a un concierto con esa duda. Lo más sensato era quedarse en casa y perder ese día de trabajo», cuenta Teresa, su novia, a este diario.

Ella es biotecnóloga y trabaja en el Portugal en una farmacéutica. «Con el boom de los test de antígenos, algunos de ellos se han aceptado con demasiada rapidez y se han distribuido por todos los sitios, ya sea porque se lo han puesto fácil o porque eran más baratos», argumenta. Es más, esta experta apunta a que el nivel de desarrollo de estos test, por lo general «son de una tecnología muy alta. El hecho de poder hacer esta prueba con una tira de papel donde se han inmovilizado receptores que aportan una señal determinada supone un gran desarrollo. Hay que valorarlo positivamente. Sin embargo, la de la marca Genrui creo que aportaba una resolución de línea mucho peor que la de otras marcas, por eso yo tampoco me fiaba mucho de él», reconoce.

Pero, ¿cómo es posible que un test de positivo si no hay carga viral que active el reactor? «Lo más probable es un problema en el sensor del test, es decir, un fallo en su especificidad o porque los receptores o la concentración no son los adecuados. Lo que define a la calidad de cada test es el tipo de receptor que ha elegido», asevera esta biotecnóloga, que pese al «disgusto» ocasionado por los falsos positivos, sigue considerando los test de antígenos como una herramienta útil.