Encuentro en Moncloa

El cardenal Omella y el ministro Bolaños: los acuerdos Iglesia-Estado no se tocan

Las inmatriculaciones y la Ley Celaá salpican esta reunión «cordial»

El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella
El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José OmellaCEECEE

No hay ni tan siquiera un pacto velado de no agresión. Directamente no hay confrontación directa. Ni por parte de Moncloa ni desde la Conferencia Episcopal Española. Cordialidad, no solo formal. Ambos se saben coincidentes en lo social, pero distantes en lo moral, como la ley de eutanasia y la aplicación de la Ley Celaá en las aulas. En este ambiente se desarrolló el encuentro entre el presidente de los obispos, el cardenal Juan José Omella, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, a quien corresponde ser custodio de las relaciones con las confesiones religiosas.

Sobre la mesa, cuestiones relacionadas con la fiscalidad de la Iglesia, los bienes inmatriculados, o la gestión de la Obra Pía, que es la entidad que vela por los inmuebles donados por españoles residentes en Roma a la Iglesia. Aunque Omella y Bolaños no se veían desde agosto, en paralelo continúa la labor de las tres comisiones mixtas para abordar en lo cotidiano todos estos asuntos, como revisar el listado que elaboró el Gobierno sobre las inmatriculaciones en la era Aznar. También se coló en la conversación la crisis de los abusos en el seno de la Iglesia, ante lo que el purpurado certificó al Ejecutivo que “el camino ya se está realizando en comunión con la Santa Sede”.

“El diálogo esta abierto, no está roto. Estamos en permanente trabajo de cooperación”, expuso el arzobispo de Barcelona el pasado viernes tras su encuentro con el Papa. No en vano, la Iglesia ha sabido esquivar a golpe de transparencia algunas banderillas del Ejecutivo durante la etapa de Carmen Calvo como vicepresidenta: la exhumación de Franco, el Tribunal de Cuentas… Al constatar el Ejecutivo que pinchaba en hueso y la no intención de los obispos de subir los decibelios, no parece probables ataques frontales. Máxime cuando el ala socialista de Moncloa ha constatado cómo la vicepresidenta Yolanda Díaz ha abandonado el giro anticlerical con su audiencia papal, consciente quizá de que ocho de cada diez votantes de izquierdas se confiesan católicos.

De ahí que la recurrente denuncia de los acuerdos Iglesia-Estado de los congresos y programas electorales socialistas no vaya a ir más allá de momento. Según ha podido reconfirmar este diario, no se puso ayer sobre la mesa ni hay ánimo por ninguno de los dos interlocutores que se vieron ayer por la tarde en Madrid. “Que el cardenal Omella dijera desde Roma que está abierto al diálogo no puede interpretarse con que España o la Santa Sede vean necesario abrir el melón”, asegura una fuente vaticana, que asegura que la Iglesia sigue sintiéndose “cómoda” en este marco legislativo, sin cerrarse a la posibilidad de reformar alguno de sus puntos.

Eso sí, a buen seguro que el cardenal arzobispo de Barcelona ayer insistió al ministro en aumentar la protección a los más vulnerables en lo laboral y en materia de vivienda, así como en promover “un verdadero diálogo” entre todos los actores políticos y sociales, no solo hacer llamamientos de cara a la galería para después llevar a cabo negociaciones excluyentes. No en vano, es el principal mensaje que lanzó el Papa al presidente Sánchez en su cita romana: “Construir la Patria con todos”.