Seguridad Vial
Así son las cajas negras que deberán llevar todos los coches a partir de julio de 2022
Según un estudio llevado a cabo por el Parlamento Europeo, estos nuevos sistemas permitirán evitar hasta 25.000 muertes y más de 140.000 heridos graves en Europa en los próximos 18 años
Aunque este particular objeto siempre ha estado asociado a la aviación, el mismo reglamento que instaurará los alcoholímetros antiarranque establece que los turismos deberán incluir, a partir del 6 de julio de 2022, una caja negra (EDR), o registrador de datos, para ser homologados. En dos años esta práctica será obligatoria en todos los coches nuevos que salgan de los concesionarios.
Esta nueva caja negra, se colocará bajo el asiento del conductor y grabará todos los datos significativos en caso de accidente. Son una serie de asistentes electrónicos, ocho en total, que aumentarán la seguridad de sus ocupantes y de los demás usuarios de las vías. Aunque, al contrario de las cajas negras de los aviones, irá registrando y borrando información constantemente, y no tomará imágenes ni sonido ni señalará el origen de los datos, pues estos serán anónimos. Según un estudio llevado a cabo por el Parlamento Europeo, estos nuevos sistemas permitirán evitar hasta 25.000 muertes y más de 140.000 heridos graves en Europa en los próximos 18 años. Este nuevo dispositivo forma parte del programa “Vision Cero” con el que se espera reducir, para el año 2050, a cero las muertes ocurridas por accidente de tráfico dentro de la Unión Europea (UE).
Única y exclusivamente en el momento en el que se produzca un accidente de tráfico el dispositivo guardará la información generada, durante los 30 segundos previosy los cinco posteriores, para poder analizar la situación. El sistema se activará tras el despliegue del airbag según lo propuesto por la UE en el reglamento publicado en 2019. Así quedará constancia de la velocidad, los movimientos de la dirección, la posición final del acelerador, la desaceleración, el funcionamiento de los cinturones de seguridad o el ángulo de giro del vehículo en caso de vuelco, entre otros detalles.
Desde la UE se espera que esta herramienta sea útil a la hora de mejorar la seguridad de los vehículos. “No sirve para dirimir la culpabilidad en un accidente, pero sí para analizar las causas y un incentivo para mejorar la conducción”, explican desde la Dirección General de Tráfico. Con esta normativa, la UE confía en poder contar con datos de accidentes más precisos para así conocer los umbrales de las lesiones producidas y mejorar la seguridad pasiva. Igualmente, pretende ser una herramienta útil a la hora de dilucidar aspectos legales en la reconstrucción de accidentes, en materia de seguros de automóvil, y para aplicaciones específicas de seguridad vial y lucha contra las infracciones.
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