Pandemia

Un estudio responsabiliza a los antivacunas de aumentar un 32% las muertes en la sexta ola de la Covid

Un informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) analiza la evolución de la pandemia de coronavirus en España durante 2021

Una trabajadora de salud pública aplica una dosis de la vacuna contra la COVID-19, el 19 de enero de 2022
Una trabajadora de salud pública aplica una dosis de la vacuna contra la COVID-19, el 19 de enero de 2022Gustavo AmadorAgencia EFE

Si toda la población hubiera estado vacunada desde la primera semana de abril, la incidencia de la pandemia durante 2021, medida en términos de hospitalizaciones y defunciones, habría sido similar a la de “un mal año de gripe”.

Esta es una de las principales conclusiones del estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) elaborado por los profesores José Emilio Boscá (Universitat de València (UV) y Fedea), José Cano (UV) y Javier Ferri (UV y Fedea) en el que se analiza la evolución de la pandemia de Covid en España durante 2021. Además, el informe ofrece otro dato importante sobre los antivacunas: “son responsables del 78% los ingresos en UCI y del 32% de las muertes”.

El análisis de Fedea demuestra el beneficio de la vacunación contra la Covid-19 y cuantifica el impacto que las personas no vacunadas tienen en un sistema de salud sobrecargado por la sexta ola de la pandemia debido a la variante Ómicron.

Según detalla el informe, bajo el supuesto de que toda la población hubiera estado vacunada de la Covid al inicio de la sexta ola de contagios, la incidencia de la enfermedad habría estado por encima de una temporada de gripe con actividad baja, pero en la línea de una temporada de gripe con actividad moderada/alta.

El resultado obtenido por los autores de estudio es que la población reticente a vacunarse es responsable de aumentar un 44% las hospitalizaciones en la sexta ola (un 79% para el grupo entre 30 y 59 años), un 78% los ingresos en UCI (143% para el grupo entre 30 y 59 años), y un 32% las defunciones (53% en el grupo de edad entre 30 y 59 años).

Otro de los aspectos que analiza Fedea es cómo ha impactado la sexta ola de contagios en la actividad de Atención Primaria en España. El informe señala que la carga de trabajo de estos sanitarios se ha visto incrementada un 24 % durante este periodo, y de este porcentaje unos seis puntos guardan relación con la gestión de altas y bajas laborales.

Según sus cálculos, desde el inicio de la sexta ola la plantilla de cada centro de atención primaria en España debería haber incrementado su plantilla en dos empleados de media. En el caso de los enfermeros, el aumento en la carga de trabajo habría sido del 19 %, y del 36 % en el del resto de profesionales, donde se incluyen, entre otros, los recepcionistas/telefonistas y los técnicos de laboratorio.

En el estudio también se ofrecen estimaciones del impacto de la vacunación sobre los indicadores sanitarios. Sin ellas, habría habido seis veces más muertes, revela el estudio. Por ejemplo, la no disponibilidad de vacunas habría aumentado las muertes por Covid un 571 por cien con respecto a las observadas, aunque los menores de 60 años sólo sufrirían el 2, 1 por cien del aumento total, mientras que los mayores de 80 años hubieran sido los principales damnificados. Además, el beneficio en términos relativos de la vacunación aumenta con la gravedad del indicador, mayor para las defunciones e ingresos en UCIs y menor para los contagios y las hospitalizaciones.

Aunque el número total de contagios ha batido todos los récords a finales de año con la nueva ola generada por la variante Ómicron, la gravedad media de las infecciones se ha reducido considerablemente. Teniendo en cuenta este factor, las tasas de incidencia actuales están por debajo del pico de la tercera ola, registrada a principios de 2021.

El trabajo finaliza con algunas recomendaciones para lidiar con la etapa actual de la pandemia, Entre las cuales destaca la necesidad de elaborar planes de contingencia para ser capaces de reforzar eficientemente el sistema de atención primaria, el sistema hospitalario y la atención de cuidados intensivos. También incentivar la vacunación mediante la exigencia del pasaporte covid o pruebas diarias para acceder a todo tipo de eventos públicos y privados en espacios cerrados o en eventos de masas en espacios abiertos.

En último lugar apunta la posibilidad de establecer centros específicos fuera de los centros de atención primaria para la realización de pruebas diagnósticas, así como procedimientos más ágiles para la tramitación de altas y bajas laborales por motivos médicos.