Cómo elegir colegio para mis hijos

Entramos de lleno en la época en la que los centros escolares abren sus puertas a las familias para dar a conocer sus propuestas educativas, así como sus instalaciones, de cara a los nuevos ingresos de alumnos para el próximo curso. Aunque hay padres que optan por elegir para sus hijos un colegio o instituto que esté próximo a su domicilio, para otros la decisión se complica debido a la variedad de la oferta educativa, el exceso de información que se puede encontrar en internet o las opiniones contradictorias de conocidos y amistades sobre un mismo centro. Para intentar solucionar estas dudas les ofrecemos los puntos más importantes que se deberían considerar a la hora de tomar la mejor decisión.

Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta son los valores que tenga cada familia, según señala a LA RAZÓN Pilu Hernández Dopico, maestra y formadora de formadores, por lo que habrá que decidir entre un centro público, concertado o privado. «Si la familia no quiere que su hijo dé religión, entonces que no elija un centro religioso», pone como ejemplo.

Esta maestra señala que a muchos padres «les encanta que sus hijos vayan al colegio en el que han estudiado», pero hay que analizar bien los pros y los contras. Por ejemplo, si el niño tiene necesidades educativas permanentes, y el centro no tiene los recursos necesarios para atenderlas «evidentemente lo tienen que descartar, por mucho que les guste, tienen que pensar en su hijo».

En este sentido sí que es muy valorable la cercanía al domicilio. «Hay que ser realista», señala la maestra, y ver «dónde me es más cómodo que el niño haga vida de niño». Es decir, la inmediatez del lugar de residencia respecto al centro es vital de cara a las relaciones extraescolares con sus compañeros, así como que los lugares de esparcimiento (como parques) estén próximos, ya que estos aspectos determinan una mejor calidad de vida de los menores.

El tipo de metodología que se lleva a cabo en las aulas también es muy importante, y es necesario «que esté actualizada y adaptada a los cambios de la sociedad». En este sentido, hay que valorar que se utilicen herramientas y soportes digitales, aunque se debe huir de los centros que «venden» las nuevas tecnologías, porque hay veces en que esto se traduce en que el alumno lleve en una tablet el libro que otros centros emplean en papel.

Para resolver todas las dudas es muy necesario acudir a las jornadas de puertas abiertas que organizan los centros, y llevar por escrito todo lo que nos preocupe. Pilu Hernández señala que se debe preguntar por cuestiones como «la forma en la que se resuelven los conflictos que puedan presentarse», tanto a nivel educativo como personal entre compañeros, o si son niños más mayores, «qué criterios llevan a decidir que sea necesario repetir curso, o qué soluciones se toman antes para que esto no suceda».

Uno de los errores que pueden cometer los padres es guiarse por los «rankings de mejores colegios» que se puede encontrar en internet. «Hay que olvidarse de esto», dice esta experta. «No hay el mejor colegio, eso no existe, es pura publicidad. Lo que sí hay es el mejor tutor, que tu hijo congenie con él o ella, y que tú también lo hagas», indica.

Otro aspecto importante es que el centro disponga de un equipo de apoyo psicológico y pedagógico, ya que la salud mental es un problema que afecta cada vez a más menores, y más tras la pandemia. Contar con estos profesionales puede ayudar a identificar un problema y dar al alumno las herramientas para que pueda resolverlo.