Estrategia

Solo hay vacunas para el 20% de los contactos estrechos de los positivos por viruela del mono

La Comisión de Salud Pública aprueba el suero contra la viruela del mono, pero España apenas dispone de 200 dosis para el círculo de 242 infectados

Una tecnico de laboratiorio del Hospital General de Valencia, centro de referencia en la región para la detección del virus de la viruela del mono
Una tecnico de laboratiorio del Hospital General de Valencia, centro de referencia en la región para la detección del virus de la viruela del monoGVAGVA

La Comisión de Salud Pública ha aprobado hoy la vacunación frente a la viruela del mono en el marco del actual brote de la enfermedad, y del que nuestro país continúa siendo uno de los principales afectados. Según los datos del informe de actualización de hoy elaborado por el Instituto Carlos III, el Ministerio de Sanidad ha comunicado hasta el momento 242 contagiosconfirmados.

En la reunión se ha decidido que en el momento actual, y teniendo en cuenta la disponibilidad limitada de dosis, se priorice la vacunación posexposición para aquellas personas con alto riesgo de desarrollar enfermedad grave o de exposición al virus.

La Comisión de Salud Pública considera que en este momento no es necesaria la administración de la vacuna preexposición, aunque no descarta que más adelante se recomiende en función de cómo evolucione el brote de viruela símica y la disponibilidad de más sueros.

Según fuentes presentes en la reunión, que se ha tenido que dar por finalizada porque la sala estaba comprometida para otra reunión, aún no se ha decido cómo va a ser el reparto de las dosis entre las comunidades autónomas.

La propuesta de vacunación, que fue adelantada por LA RAZÓN el pasado martes en su edición digital y ayer miércoles en la impresa, señala que la inmunización frente a la viruela puede conferir protección cruzada frente a la viruela símica, ya que no hay ninguna vacuna específica contra la enfermedad que haya sido aprobada por la UE.

Sin embargo, la falta de disponibilidad de dosis (a la espera de la compra centralizada por parte de la UE solo han llegado apenas 200) pone en duda la estrategia.

El problema radica en que si el suero se administra a las personas clasificadas como contacto estrecho (tanto de casos confirmados como probables) éste no cubriría ni siquiera los de los casos actuales. Los expertos consideran como contactos estrechos una media de unas cuatro personas por infectado, y teniendo en cuenta que hay 242 casos, los sueros solo alcanzarían al 20% de las personas afectadas y sus contactos. Y eso contando con que solo reciban un suero (cuando la recomendación es de dos dosis, separadas 28 días entre sí). Además, hay que tener en cuenta que los casos confirmados reales son más (solo Madrid ha comunicado 275), ya que los datos de Sanidad van con retraso porque debe esperar a que los casos positivos sean confirmados por el Centro Nacional de Microbiología.

Según el documento, Sanidad considera contacto estrecho a todas «aquellas personas que hayan estado en contacto con un caso confirmado desde el comienzo del periodo de transmisibilidad, que se considera desde el momento de aparición de los primeros síntomas (que habitualmente precede entre uno y cinco días a la aparición del exantema)», bajo alguna o varias de estas circunstancias: 1) contacto cercano (inferior a un metro en la misma habitación) con un confirmado sin EPI; 2) contacto directo con ropa, ropas de cama o fómites (materiales contaminados) usados por un positivo durante el periodo infeccioso; 3) heridas percutáneas (producidas por ejemplo, por una aguja), o exposición de las mucosas a fluidos corporales, tejidos o muestras de laboratorio de un infectado; 4) manejo de muestras por personal de laboratorio sin el EPI apropiado y 5) contacto con el cadáver de una persona fallecida por viruela del mono, ropa o fómites del cadáver.

El segundo grupo prioritario en la vacunación son los pacientes de alto riesgo. Entre ellos figuran los pacientes inmunodeprimidos, como enfermos de VIH, sanitarios con contacto cercano sin EPI o que haya tenido alguna incidencia en su uso, o personal de laboratorio que maneje muestras de pacientes sospechosos o confirmados con incidencias en el uso del EPI.

Se ofrecerá una dosis de vacuna, preferentemente en los primeros 4 días tras el contacto estrecho con un confirmado, pudiendo extenderse la recomendación hasta los 14 días tras el contacto para disminuir, probablemente su sintomatología.

Ante la falta de concreción de cuándo va a efectuarse el reparto de dosis entre los diferentes territorios, la Comunidad de Madrid ha anunciado que solicitará por escrito a Sanidad la distribución de los sueros.