¿Cuánto combustible gasta el aire acondicionado del coche? ¿Cómo podemos reducir su consumo?

Debido a la ola de calorque afecta a la Península y que se mantendrácomo mínimo hasta el próximo jueves, alcanzandotemperaturas máximas que pueden superar los 42 gradosen algunas zonas del país, es posible que al realizar los desplazamientos habituales de su vida diaria use el aire acondicionado de su automóvil con más frecuencia, algo muy importante para ayudarnos a mantenernos frescos y cómodos. Y, al realizar estos trayectos, puede que nos preguntemos cuánto combustible podríamos estar “malgastando” y que quizá deberíamos abrir las ventanillas. No obstante, todos hemos oído que este sistema también consume combustible, por lo tanto, ¿qué sistema deberíamos utilizar?

¿Cómo funciona el aire acondicionado?

La forma en que funciona el sistema de aire acondicionado de los automóviles requiere algo de energía para llevar el gas frío a la cabina de pasajeros. Dentro de este sistema, un compresor contiene un refrigerante, al igual que ocurre en las neveras. A medida que entra aire fresco en el sistema, el refrigerante hace que la temperatura del aire baje considerablemente. En este punto, el refrigerante se convierte en líquido y se eliminan las impurezas. El líquido llega a una válvula de expansión térmica donde se puede limitar el flujo de líquido, lo que le da control sobre la temperatura interna del coche. Finalmente, el líquido se convierte en vapor y viaja a través de los conductos para ser expulsado a través de las rejillas de ventilación como aire frio. El refrigerante vuelve a convertirse en gas y todo el proceso puede repetirse nuevamente para proporcionar aire frío constante.

El compresor requiere energía para hacer funcionar el sistema de aire acondicionado del vehículo y, por lo tanto, utilizará una pequeña cantidad de combustible cuando el sistema esté funcionando. La utilización de este sistema, por lo tanto, podría aumentar el uso de combustible hasta en un 10%, y los efectos son particularmente notables en viajes cortos. Cuando se pone en marcha inicialmente, el aire acondicionado tiene que trabajar duramente para bajar la temperatura interna a un nivel adecuado. Sin embargo, una vez que el automóvil se haya enfriado lo suficiente, podemos optar por reducir el caudal, aumentar la temperatura o apagar el aire acondicionado por completo. En un viaje largo, es poco probable que el aire acondicionado deba estar a todo volumen durante todo el camino. Esta es la razón por la que el aumento del consumo de combustible causado por el uso del aire acondicionado puede notarse más en un viaje corto.

Cómo ahorrar combustible

Si le preocupa que su aire acondicionado use mucha cantidad de combustible, hay algunas formas de reducir su consumo. Cuando emprendamos un viaje por primera vez, es mejor abrir las ventanas durante unos minutos. Si lo hacemos, eliminaremos la mayor parte del aire caliente del interior y, por lo tanto, el aire acondicionado no necesitará trabajar tanto para llegar a la temperatura deseada.

A pesar de lo que mucha gente piensa, conducir con las ventanillas abiertas no es tan malo para el combustible cuando se conduce a baja velocidad. Por lo tanto, si conducimos por pueblos y ciudades, abrir las ventanas ahorrará más combustible que usar el aire acondicionado. En caso contrario, si vamos a realizar un viaje por carretera, es más beneficioso utilizar el aire acondicionado, ya que la resistencia adicional provocada por las ventanillas abiertas podría consumir combustible adicional.

Una vez que el automóvil se haya enfriado lo suficiente, la tasa de flujo de aire acondicionado puede reducirse para que entre menos aire en la cabina o podemos aumentar ligeramente la temperatura. Ambas cosas significarán que el compresor no tiene que trabajar tanto. Por supuesto, en términos de uso de combustible, es más beneficioso conducir sin aire acondicionado y con las ventanas abiertas. Pero en un día caluroso, como los que estamos viviendo estos días, probablemente sea difícil de conseguir.

Por último, es importante revisar regularmente el sistema de aire acondicionado de nuestro vehículo. Algo que debemos hacer cada dos años para garantizar que el sistema funcione de manera eficiente y que se reemplace el refrigerante perdido. Puesto que, cuando bajan los niveles de refrigerante, el sistema tiene que trabajar más para producir la cantidad de aire frío que necesita, lo que provocará un aumento en el consumo de combustible.