Investigación

Resuelto el enigma de la Peste Negra que asoló Europa: llegó desde el actual Kirguistán

La enfermedad entró por primera vez en el Mediterráneo a través de los barcos comerciales

Red de comunicaciones en la Edad Media
Red de comunicaciones en la Edad MediaCSICLa Razón

La Peste Negra, la mayor pandemia de la historia, fue causada por la bacteria ‘Yersinia pestis’ y mató en Europa entre los años 1346 y 1353 al 60 por ciento de la población en algunos lugares. A pesar de las enormes repercusiones demográficas y sociales de la pandemia, sus orígenes han sido durante mucho tiempo esquivos. Ahora, un equipo multidisciplinar de científicos han obtenido y estudiado antiguos genomas de la bacteria que sitúan los orígenes de la pandemia en Asia Central, según publica la revista ‘Nature’.

En este estudio, un grupo de científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania), de la Universidad de Tubinga (Alemania) y de la Universidad de Stirling (Reino Unido) rastreó los orígenes de la primera cepa de la bacteria causante de la Peste Negra, la Yersinia pestis, hasta la región del lago Issyk Kul, en el actual Kirguistán.

En 1347, la peste entró por primera vez en el Mediterráneo a través de los barcos comerciales que transportaban mercancías desde los territorios de la Horda de Oro en el Mar Negro. A continuación, se extendió por Europa, Oriente Medio y el norte de África, cobrándose hasta el 60% de la población en un brote a gran escala conocido como la Peste Negra. Esta primera oleada se extendió posteriormente en una pandemia de 500 años, la llamada Segunda Pandemia de Peste, que duró hasta principios del siglo XIX, informa Ep.

Los orígenes de la Segunda Pandemia de Peste se han debatido durante mucho tiempo. Una de las teorías más populares ha apoyado su origen en Asia oriental, concretamente en China. Sin embargo, los únicos hallazgos arqueológicos disponibles hasta el momento proceden de Asia Central, cerca del lago Issyk Kul, en lo que hoy es Kirguistán.

Estos hallazgos demuestran que una epidemia devastó una comunidad comercial local en los años 1338 y 1339. Los cementerios, conocidos como Kara-Djigach y Burana tenían un elevado número de lápidas en esos años. “Cuando tienes uno o dos años con exceso de mortalidad, significa que algo raro está pasando”, ha explicado Philip Slavin, historiador económico y ambiental de la Universidad de Stirling, Reino Unido, y coautor principal del estudio.

En concreto, las excavaciones realizadas hace casi 140 años revelaron lápidas que indican que los individuos murieron en esos años a causa de una epidemia o “peste” desconocida. Desde su primer descubrimiento, las lápidas, inscritas en lengua siríaca, han sido la piedra angular de la controversia entre los estudiosos en cuanto a su relevancia para la Peste Negra de Europa.

Los primeros resultados del equipo fueron muy alentadores, ya que se identificó ADN de la bacteria de la peste, ‘Yersinia pestis’, en individuos con el año 1338 inscrito en sus lápidas. “Por fin pudimos demostrar que la epidemia mencionada en las lápidas fue efectivamente causada por la peste”, afirma Phil Slavin, uno de los autores principales del estudio e historiador de la Universidad de Sterling.

“Lo más importante no es solo que detectamos la bacteria Yersinia pestis en estos enterramientos”, afirma a Efe el investigador de la Universidad de Stirling Philip Slavin, “sino que, en términos de evolución, esa misma bacteria se encuentra en el origen de la pandemia de Peste Negra”.

“En otras palabras, es una cepa más antigua que la cepa de la Peste Negra de Europa. Para ser más precisos, es la cepa que coincide exactamente con el comienzo de la pandemia”, matiza Slavin.

Los investigadores han asociado el inicio de la Peste Negra con una diversificación masiva de las cepas de la peste, un evento llamado’ Big Bang’ de diversidad de la peste. Pero la fecha exacta de este acontecimiento no podía estimarse con precisión, y se pensaba que había ocurrido en algún momento entre los siglos X y XIV.

Ahora, el equipo ha reunido los genomas completos de la peste antigua procedentes de los yacimientos de Kirguistán y ha investigado su relación con este acontecimiento del Big Bang.

“Descubrimos que las cepas antiguas de Kirguistán están situadas exactamente en el nodo de este evento de diversificación masiva. En otras palabras, hemos encontrado la cepa de origen de la peste negra e incluso conocemos su fecha exacta [es decir, el año 1338]”, afirma Maria Spyrou, autora principal e investigadora de la Universidad de Tubinga.

Pero se preguntaban de dónde procede esta cepa y si evolucionó localmente o se extendió en esta región desde otro lugar. La peste no es una enfermedad de los humanos; la bacteria sobrevive en poblaciones de roedores salvajes de todo el mundo, en los llamados reservorios de peste. Por lo tanto, la antigua cepa de Asia Central que causó la epidemia de 1338-1339 en torno al lago Issyk Kul debe proceder de uno de esos reservorios.

Los científicos llegaron a la conclusión de que la antigua cepa de Asia Central que causó la epidemia de peste de 1338 y 1339 en Kirguistán saltó a los humanos desde las poblaciones de marmotas de esta región, que actúan como reservorios de la bacteria, y que después mutó en diferentes variantes que se expandieron por el mundo.

“Descubrimos que las cepas modernas más estrechamente relacionadas con la antigua cepa se encuentran hoy en día en los reservorios de peste alrededor de las montañas Tian Shan, por lo tanto muy cerca de donde se encontró la antigua cepa. Esto apunta a un origen del ancestro de la peste negra en Asia Central”, ha explicado Johannes Krause, autor principal del estudio y director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva.

El investigador hace una analogía con la pandemia de coronavirus: “Tenemos Alfa, Beta, Gamma, Delta, Ómicron… Ómicron evolucionó de Delta, y Delta evolucionó de Gamma. Quizás no sea la mejor comparación, pero lo que sabemos es que esta cepa precedió a la de la Peste Negra”.

Precisamente la reciente pandemia de coronavirus, señala Slavin, contribuyó a aumentar el interés de la sociedad y de la comunidad científica por las enfermedades infecciosas y las epidemias causadas por microorganismos como virus y bacterias.