Opinión

Envejecer alegre

Con el paso de los años se va la ilusión que da la ignorancia

03-02-2021. © Jesús G. Feria.Imagen de gente mayor paseando por Madrid.
03-02-2021. © Jesús G. Feria.Imagen de gente mayor paseando por Madrid.Jesús G. FeriaLa Razon

Si envejecer es solo sobrevivir a los años, envejecer alegre tiene mucho mérito. Verte decaer, mirarte al espejo y ver a la madre. ¿De dónde han salido esas ojeras, los pliegues del escote o esa blandura de los brazos? Y, ¿dónde se han ido los ojos grandes, su luz? ¿Dónde la fuerza de aquellas piernas que no notaban la carrera? Pero lo peor no es eso, es que se van los reflejos y la memoria, se va la ilusión que da la ignorancia. Pero lo malo tampoco es eso, es que sabes que si sigues sobreviviendo a los años, lo que te espera es peor.

Asimismo, está la mirada de los otros, la actitud de los otros, el espejo de los otros. Quizá eso sea lo peor. Porque a pesar de todo lo que uno ve y sabe, en su interior hay una chispa de juventud inextinguible, hay una esperanza absurda de mejorar mañana. Sin embargo, los otros son implacables. Lo son en la salud. Vas a los médicos y, salvo que estés condenado, todo es consecuencia de la edad. Y te miran como diciendo, ¿qué quiere usted que yo haga si es usted viejo?

Y qué decir del trabajo, ahora a partir de los cuarenta encontrar empleo es milagroso. Sabrán más, pero son más caros. Todo medido por el metal redondo y sucio. Hasta en las familias a los ancianos se les trata como a niños, como a inútiles, a veces. Qué utilidad tiene la experiencia y la sabiduría en el mundo de la banalidad.

Y pobres los mayores en el amor. Ellos ya no necesitan sexo, se cree. Aunque, pena, algunos de ellos lo pagan. Ellas dejan de ser objeto del deseo de la inmensa mayoría de varones, tengan la edad que tengan. Ellas tienen que bregar con la soledad no siempre apetecida.

Envejecer con alegría en un mundo así tiene un inmenso mérito. Pero todavía hay muchos que le dan la vuelta y la tienen. La alegría. Y las mujeres más.