La bajada del mercurio, el «salvavidas» para acabar con los incendios

La remisión de la ola de calor que asoló España la semana pasada, las escasas pero beneficiosas lluvias y la bajada generalizada de las temperaturas, ayudan a los Bomberos en su lucha contra el fuego. Mientras el peor incendio de la historia de Castilla y León, el de la Sierra de la Culebra (Zamora) va controlado tras calcinar 30.800 hectáreas en un diámetro de 120 Km, la situación se complica en Navarra, donde han llegado bomberos de Zaragoza para ayudar en la extinción de los focos activos.

Trece localidades navarras permanecen desalojadas (unas 700 personas) por los incendios y ocho carreteras de la red secundaria están cortadas para facilitar la lucha contra los incendios en la comunidad foral, donde han «agradecido» el cambio del viento a componente norte, lo que ha frenado el avance de las llamas.

El fuego que más preocupa es de Legarda, el foco del sur de la sierra del Perdón, a pocos kilómetros de Pamplona, y el segundo más complicado es el de la sierra de Ujue. Hay otros dos activos en Iracheta (Olleta) y Guesálaz (segundo flanco del incendio de Legarda); y tres focos ya estabilizados en Los Arcos (incendio de Arróniz), de Los Abetos (Arguedas) y de Ezkaba (Berriozar). Se espera que a lo largo de hoy, puedan regresar los vecinos de Ujué y San Martin de Unx.

En Cataluña, donde el fin de semana llegó a haber al mismo tiempo más de una treintena de incendios activos, los bomberos tuvieron que lidiar con este fenómeno (tienen que evaluar muy rápidamente la dimensión del fuego para destinar medios y detraerlos de otro incendio) y con las fuertes rachas de viento en las comarcas de Lérida. Así ocurrió en los incendios en Artesa de Segre (activo desde hace casi una semana) y que afecta ya a cerca de 2.800 hectáreas. En este punto, los bomberos esperaban estabilizar las llamas a última hora de ayer, después de 36 horas sin crecer.

Aun así, según explicó el Delegado del Gobierno en Lérida, los bomberos tienen que continuar realizando labores en la zona durante al menos otra semana para refrescar la zona calcinada y prevenir que se reactive algún foco.

Con respecto a los motivos, todavía se están estudiando las causas, según el jefe de los Agentes Rurales en Lérida, Llorens Rico, ya que, aunque el día en que comenzó hubo relámpagos y creen que éste fue el origen de las llamas, también se llevaron a cabo trabajos agrícolas «sospechosos», ya que una posible chispa o pequeña quema de rastrojos en un enclave tan seco puede ser peligrosísimo. En total, Cataluña ha sufrido desde el pasado miércoles unos 200 incendios forestales, lo que representa una media de 50 al día. En la vecina comunidad valenciana, se continúa trabajando para apagar el incendio forestal de Caudiel (Castellón), que ya quedó controlado este domingo.

Y es que las labores de enfriamiento son muy importantes en incendios de estas dimensiones, donde se han alcanzado temperaturas tan elevadas. Así, por ejemplo en el de Zamora, el más importante de estos días, siguen actuando un gran número de medios, tanto de la Junta de Castilla y León, como del Ministerio de Medio Ambiente, la UME y las comunidades autónomas de Madrid, Cantabria y Galicia.

El incendio obligó a evacuar a más de 1.250 personas de una veintena de localidades y a cortar el AVE Madrid-Galicia. Un trabajador de un retén de maquinaria resultó herido con quemaduras en las manos durante las tareas de extinción. La sierra de la Culebra es un enclave medioambiental que forma parte de la reserva de la biosfera Meseta Ibérica y que cuenta con la mayor concentración peninsular de lobos y grandes poblaciones de ciervos y corzos.