La Palma
Puerto Naos: un lugar deshabitado y desolado donde es imposible volver a la normalidad
A pesar de haber transcurrido nueve meses desde que erupcionó el volcán de Tajogaite, miles de empresarios y familias continúan sin retomar sus vidas debido a la alta concentración de gases en el litoral
La vida de empresarios y habitantes del Valle de Aridane se detuvo por completo el pasado 19 de septiembre de 2021. Nueve meses después, la vida cotidiana vuelve dando pequeños pasos, pero aún quedan muchas cosas por hacer en la comarca oeste de La Palma. Empresarios y pequeños comerciantes de las zonas del litoral que aún siguen afectadas por los gases volcánicos no encuentran una solución cercana para continuar con sus negocios, mientras estos continúan acumulando gastos que no pueden verse solventados con nada.
Así, los 1.500 habitantes de La Bombilla y Puerto Naos no pueden regresar a sus casas; las 5.000 plazas hoteleras, muchas de ellas todavía con los enseres de los turistas que huyeron de allí con lo puesto al comenzar la erupción, están inutilizadas y vacías; comercios, restaurantes y bares están cerrados. Ni rastro de los 1.000 trabajadores que cada día se ganaban el pan en esta localidad. Uno de los mayores hoteles de la Isla, con 1.300 camas, está cerrado y en silencio. Los más de 1.000 apartamentos y viviendas turísticas, también. Nadie ha pisado en estos nueve meses la playa de arena negra. La concentración de dióxido de carbono es muy peligrosa para la salud y nadie puede entrar en este pueblo fantasma.
Así lo anunciaba Salud Pública la pasada semana: la situación de los gases en Puerto Naos y La Bombilla no mejora. Todo lo contrario. Los datos recopilados en los últimos meses en esta zona señalan que la emisión de dióxido de carbono sigue igual o peor; por lo que Salud Pública ha desaconsejado que los vecinos accedan a estos núcleos costeros, ni siquiera con el acompañamiento de los equipos de emergencias.
En la última reunión del Comité Asesor del Peinpal (antiguo Pevolca) la consejera de Emergencias, Nieves Rosa Arroyo, indicó que los datos arrojados por las trampas alcalinas o las balizas colocadas en Puerto Naos y La Bombilla siguen mostrando, al igual que hizo el último informe de Salud Pública, que los niveles de gases hacen imposible el regreso de los vecinos hasta que estos se disipen.
Desde la Institución insular aseguran “no tirar la toalla” e intentar hacer todo lo posible porque todos esos comercios y personas que residen en Puerto Naos y La Bombilla regresen cuanto antes a sus casas y negocios. Sin embargo, los propios empresarios del litoral no parecen de acuerdo ni conforme con los trabajos que el Cabildo ha realizado hasta ahora. Piden soluciones y las piden “ya”.
Durante una reunión mantenida con los empresarios de Puerto Naos, el presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Zapata les ha confirmado que “desde la Primera Institución de la Isla se está trabajando sin descanso para devolver la normalidad a Puerto Naos, la principal zona turística de la Isla, y uno de los principales motores económicos”, señalaba.
Sin embargo, durante el encuentro las respuestas de los empresarios y empresarias afectados no parecían de acuerdo con dicha afirmación. Lali Villalba es propietaria de un bar en Puerto Naos y presidenta de la asociación de comerciantes. Cuenta que en diciembre comenzó a recibir algunas subvenciones a través de la Cámara de Comercio, pero en marzo tuvo que volver a pagar la cuota de autónomos pese a tener el negocio cerrado. “Llevo desde septiembre fuera de mi casa y sin poder trabajar. Sinpoder abrir el bar, sobreviviendo con las donaciones y lo que me dio el Gobierno canario a través de la Cámara de Comercio… Pero son ya nueve meses”.
Mariano Zapata recordaba que en cuanto se empezaron a abrir zonas se permitió que los agricultores de Puerto Naos, La Bombilla, El Remo y Las Hoyas pudiesen ir a sus fincas, “porque entendimos que en las zonas abiertas no hay problema con la acumulación de gases”, y confirma que el propio Cabildo compró balizas para medir los gases, “y junto al Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane y Gesplan se limpiaron las redes de saneamiento y pluviales. Una tarea que volveremos a repetir esta semana”.
Además, aseguró que en estos momentos se está trabajando en un plano de incidencia de los gases, “que esperamos que nos sirva para un futuro próximo”, y también en un informe de la Universidad de Las Palmas y de la Universidad de La Laguna “en el que se recoge que podría ser factible un protocolo de acceso a esta zona, que desde el Cabildo hemos remitido a INVOLCAN, y que ahora se debe estudiar y contar con el visto bueno de salud pública para que se pueda ejecutar”.
El municipio y sus habitantes están en una especie de limbo. No pueden volver a sus casas ni a sus negocios, pero tampoco pedir ayudas porque sus casas y comercios siguen ahí y no están destruidos por la lava, pero son inutilizables por ahora. Y dicen los expertos que los gases pueden estar ahí meses e incluso años.
El gran atractivo turístico del volcán de Tajogaite
Se suele decir que de las crisis surgen nuevas oportunidades. Desgraciadamente tras la erupción del volcán de Tajogaite, muchas personas se quedaron prácticamente sin nada. Después de muchos meses del parón poco a poco se van habilitando zonas y el volcán se convierte en un atractivo turístico muy aclamado para los visitantes de La Palma
Desde el Cabildo de La Palma son optimistas y aseguran que esta erupción significa la oportunidad de que el turismo sirva de motor económico de recuperación y ayuda. Toda esta situación está suponiendo un antes y un después, tanto en lo que respecta a la idiosincrasia de la Isla como en materia turística. Ahora mismo, visitar el volcán y La Palma en sí es un gran atractivo cultural del que muchas personas están disfrutando desde la puesta en marcha en abril de las rutas guiadas al cono volcánico.
Durante semanas después del parón de la erupción del volcánse presenció la visita multitud de turistas cuyo objetivo principal era contemplar de cerca el gran cambio que supuso y poder fotografiarlo. Empresas de guías turísticos, entonces con cero ingresos, admitían que se habían adaptado semanas después de la erupción a esta modalidad para poder pagar facturas. Una empresa de abastecimiento de cetáceos también se reconvirtió para realizar excursiones a la zona de la fajana y poder contemplarla tras el perímetro de seguridad.
Lo que está claro es que la erupción vivida está creando una nueva oportunidad de negocio turístico y son muchas las personas que están visitándolo.
“Te impresiona ver lo que hace la naturaleza y ver el destrozo que hizo, cuantas casas hay ahí debajo, horrible”, señala una turista que visita La Palma. “Esto para mi es una oportunidad porque es venir a ver algo que nunca antes había visto”, apunta otra.
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