Lactancia materna

Irene Montero explica cómo consiguió amamantar a sus mellizos

La ministra de Igualdad publica una imagen con dos sacaleches

Irene Montero con los sacaleches que utilizó tras el nacimiento de sus hijos
Irene Montero con los sacaleches que utilizó tras el nacimiento de sus hijosi_monteroLa Razón

La ciencia ha demostrado los beneficios de la lactancia materna, tanto para el bebé como para la madre frente a la leche de fórmula. Según la OMS, la leche materna es el alimento ideal para los recién nacidos porque es “segura y limpia y contiene anticuerpos que protegen de muchas enfermedades propias de la infancia”.

Esta leche natural proporciona los nutrientes que un bebé necesita durante los primeros meses de vida, un alimento que continúa aportando hasta la mitad o más de las necesidades nutricionales de un niño durante la segunda mitad del primer año, y hasta un tercio durante el segundo año.

Además, según asegura la Organización Mundial de la Salud, “los niños amamantados muestran un mejor desempeño en las pruebas de inteligencia, son menos propensos al sobrepeso o la obesidad y, más tarde, a padecer diabetes”.

Por su parte, las mujeres que amamantan también presentan un menor riesgo de padecer cáncer de mama y de ovario.

Ante estas evidencias científicas y para fomentar esta práctica, en los primeros días de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna. A los actos a favor de este tipo de alimentación se ha sumado la ministra de Igualdad, Irene Montero, que ha narrado en Instagram su experiencia tras el nacimiento de sus hijos mellizos.

Montero ha publicado una fotografía con dos extractores de leche materna sobre sus pechos y ha explicado: “Mi primera lactancia, la de Leo y Manuel, fue básicamente esto: un sacaleches doble cada tres horas durante más de tres meses. Esa leche era el alimento de Leo y Manuel y lo que sobraba, como hacían otras madres de bebés prematuros, lo donábamos al banco de leche del Gregorio Marañón para otras criaturas”.

Además, ha compartido cómo logró producir lechepese a que los bebés se encontraban hospitalizados al haber nacido de forma prematura. “Fue una amiga muy querida, que vino a verme el primer día de hospital y no se separó de nosotros, quien consiguió que saliese leche de mi pecho. Con ella compartí después muchas otras dificultades y alegrías de nuestras lactancias y nuestras maternidades”, ha asegurado en su post en la red social.

Según explica Montero, la experiencia con su tercera hija fue más sencilla y se prolongó durante más tiempo. “Con Aitana las cosas fueron muy diferentes y hemos tenido dos años y medio de teta, de la que se despidió ella misma cuando las dos lo decidimos”.

En la misma publicación ha defendido que las mujeres decidan el tipo de lactancia que consideran más adecuada y ha reivindicado más ayudas para la maternidad. “Trabajamos para que todas las mujeres puedan elegir su camino también en la lactancia sin culpa ni vergüenza, sin el cuestionamiento de una sociedad que todavía considera que las decisiones sobre nuestros propios cuerpos no son solo nuestras”, ha asegurado.

Las decisiones que tomamos sobre la lactancia no nos hacen mejores o peores madres; sobre todo, deberían ser siempre respetadas y deberían contar con el apoyo de una red que sostenga, acompañe y cuide. Por supuesto necesitamos hacer más fuerte lo común: mejores permisos de maternidad y de cuidados, la conciliación y la corresponsabilidad, las escuelas infantiles, la sanidad y la educación, la red que hace posibles maternidades diferentes pero sin soledad, decidamos lo que decidamos. Nuestra forma de organizar la economía y la vida no puede seguir dando la espalda a la crianza, a los cuidados, al valor del tiempo para vivir, especialmente para las mujeres”, ha concluido