Polémica

Esta discoteca prohíbe mirar a otras personas sin consentimiento previo  

Para llevar a cabo el despliegue en vigilancia, el club ha contratado un equipo de seguridad, a los que se les distinguirá por ir uniformados con un chaleco color rosa

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DiscotecaLa Razón

A partir de ahora, si alguien acude al Club 77, ubicado en Sídney, con la intención de ligar, tendrá que comenzar a hacerlo con un consentimiento verbal por parte de la otra persona.

El local australiano ha anunciado un cambio en sus políticas de seguridad y acoso que consiste en expulsar del reciento a las personas que miren a alguien sin un consentimiento previo.

Lo hacía compartiendo un comunicado en su cuenta de Instagram explicando los nuevos procedimientos: “Si recibimos informes de cualquier comportamiento que haya hecho que alguien se sienta incómodo, la persona denunciada será retirada del local y se llamará a la policía”.

Para llevar a cabo este despliegue en vigilancia, la discoteca ha contratado un equipo de seguridad, a los que se les distinguirá por ir uniformados con un chaleco color rosa, que estarán disponible durante toda la noche. “Estarán capacitados para gestionar quejas e inquietudes”, añadía el club en el comunicado.

Para Club 77 “la creación de un espacio seguro va más allá de la implementación de prácticas para hacer frente a los incidentes después de que hayan ocurrido” y, por esta razón, el local asegura que se sienten obligados a “educar a los nuevos asistentes y ayudarlos a comprender lo que se considera un comportamiento inaceptable dentro del lugar y en la pista de baile”.

Las nuevas medidas han sido en gran parte aplaudidas por muchos de los frecuentes asistentes a la discoteca y así se ha visto en los comentarios: “Gracias por mantener la seguridad del cliente como prioridad”, “Respaldando esto al cien por cien”.

Sin embargo, hay quienes no han compartido la nueva política de seguridad y también han querido hacérselo saber al club en los comentarios: “Tenéis que estar bromeando. Entonces, si miras a alguien por accidente, podrían echarle”, “Que descanse en paz la interacción social”, “La estupidez de estas normas garantizará que los únicos clientes que asistan a este club sean la generación millenial”.

“Desafortunadamente, el club ha contado con algunas personas que no comparten nuestros valores y ética en lo que respecta a la cultura, el consentimiento y el acoso”, ha contestado el local ante las críticas recibidas.