El cálculo centenario que ha pronosticado grandes nevadas para el próximo año en España

La meteorología es una de las grandes preocupaciones del ser humano. Desde hace siglos las personas miran al cielo con preocupación para saber qué ocurrirá. Por ello, una de las máximas preocupaciones siempre ha sido avanzarse a los cambios de tiempo y poder remediar -en la medida de lo posible- los efectos.

Pese a que en la actualidad el campo no tenga tanto peso en la economía saber el tiempo fue fundamental años atrás. Unas fuertes tormentas, por ejemplo, eran capaces de arruinar la cosecha de todo un año llegando a comprometer, incluso, la supervivencia de una zona.

Existen, así, todo tipo de métodos que tratan de averiguar el tiempo futuro. En las últimas décadas, además, los avances tecnológicos han permitido desarrollar todo tipo de sistemas que mejoran las predicciones meteorológicas. Por ejemplo, dada la importancia de estos fenómenos cada país cuenta con su propia agencia estatal como en el caso de España con Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Estas se encargan de vigilar y alertar a la población de posibles fenómenos adversos como ocurre con los huracanes.

Sin embargo, todavía existen algunos métodos rudimentarios que son empleados en ciertas zonas para conocer la situación meteorológica en el futuro. Gracias a ellos es posible saber ciertos rasgos que permiten conocer cómo será tanto para la población como agricultores.

El próximo invierno

Un buen ejemplo son las cabañuelas. Este cálculo es definido por la RAE como un método “popular basado en la observación de los cambios atmosféricos en los 12, 18 o 24 primeros días de enero o de agosto, para pronosticar el tiempo durante cada uno de los meses del mismo año o el siguiente”.

Así, aquellos que lo usan argumentan que es posible saber qué tiempo hará anticipándose bastante. Por ello, algunas personas se han dado a conocer en los últimos años con este método. Jorge Rey, el visionario de la borrasca Filomena, o José Buitrago, conocido como El cabañuelo de Mula por sus predicciones.

Gracias a los estudios realizados por este último se ha podido saber que el próximo otoño vendrá acompañado de lluvias prematuras. Así, en una línea parecida los primeros cálculos de AEMET el final del verano se prevé pasado por agua. En esa línea, Buitrago también ha analizado el infierno donde se espera que el frío llegue a partir de mitad de noviembre con nevadas en el norte de España y Andalucía.

Incluso, Buitrago ha especificado al medio especializado Efeagro que las lluvias serán importantes en todo el país. Además, según este también caerán con “generosidad”. Por último, cabe destacar que, según Buitrago, la primavera del próximo año estará marcada por un calor temprano que al mismo tiempo se complementará con tormentas y granizadas importantes.