Prevención
Antonio Carmona y Kiko Veneno se unen contra el cáncer de próstata
Versionan una canción para animar a los hombres a partir de los 50 años a que acudan a revisión
La música tiene el poder de relajarnos, de excitarnos, de hacernos viajar o soñar, de conectarnos con aquello que fuimos, de curarnos y hasta de remover conciencias. Precisamente, con este último objetivo se ha versionado la canción «Para que tú no llores», uno de los éxitos del primer disco en solitario de Antonio Carmona.
Dieciséis años más tarde, este tema volverá a sonar con fuerza con nueva letra y con la voz de Kiko Veneno para concienciar sobre la prevención del cáncer de próstata, el tumor más frecuente en hombres en España y que, a día de hoy, se salda con un alto número de fallecimientos -constituye la tercera causa de muerte por cáncer entre el género masculino- que, en muchos casos, podría evitarse con un diagnóstico precoz.
«Queremos poner el foco en la necesidad de que los hombres acudan a su médico para revisar su próstata, especialmente a partir de que cumplan los 50 años. Estamos luchando contra un cáncer silencioso que, en muchas ocasiones, no tiene síntomas y avanza sin control, y contra la dejadez de los hombres que no acuden a revisarse porque tienen miedo, vergüenza o tabúes», explicó Alejandro González, responsable del área de Patient Advocacy de Janssen en España, la compañía que ha lanzado la campaña «No lo dejes pasar». Y es que, una de las razones más citadas para no acudir al urólogo es el tabú que hay en torno a la revisión rectal, la forma por excelencia de diagnóstico de este cáncer. Junto a una analítica de sangre, permite no solo descartar el cáncer de próstata, sino la probabilidad de padecerlo en el futuro. De hecho, el primer signo de la enfermedad es el hallazgo de PSA (antígeno prostático específico) elevado en un análisis de sangre.
Los miedos y tabúes dificultan que exista una conciencia colectiva para fomentar su detección temprana, administrar tratamientos menos agresivos y, en definitiva, salvar más vidas. Tampoco existen políticas públicas y planes oncológicos que permitan acercarse a un diagnóstico precoz o una normalización de esta patología.
De hecho, pese a la insistencia de médicos y pacientes, en nuestro país no existe un programa de cribado de cáncer de próstata de carácter poblacional en el Sistema Nacional de Salud que, como ocurre en el caso del cáncer de mama, de cérvix o de colon, permita detectar precozmente la enfermedad para mejorar su pronóstico y evitar la mortalidad prematura o la disfunción de la calidad de vida del paciente.
Empoderar al paciente
Hay evidencia de que una detección temprana disminuye la mortalidad y aumenta las posibilidades de que el paciente tenga una buena calidad de vida. Carmen González Enguita, jefa del Servicio de Urología de la Fundación Jiménez Díaz, considera que para salvar vidas es clave, precisamente, «adelantarse a la enfermedad».
Y, para ello, opina que es esencial empoderar al paciente: «Cuanta más información tiene, más adherente es a las revisiones y el riesgo de que pierda el control de la enfermedad se reduce». Según sus previsiones, «la tendencia es que este cáncer aumentará en un 38 por ciento en 2030 y será una de las enfermedades con mayor índice de mortalidad».
Ante este panorama y para conseguir el mayor éxito posible en supervivencia propone «trabajar en salud, en vez de trabajar en la enfermedad».
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