COP27
La 27 Cumbre del Clima arranca con acuerdo económico
El encuentro mundial de Egipto comenzó ayer entre polémicas detenciones y con la negociación oficial de las compensaciones por los daños del calentamiento global
Entre críticas sobre el lugar de la celebración –que ha supuesto que activistas como la famosaGreta Thunbergrechace su asistencia– y con muchas expectativas de llegar a acuerdos prácticos, la Cumbre del Clima COP27 de Egipto, que se celebrará en la ciudad de Sharm el Sheij hasta el próximo 18 de noviembre, quedó ayer inaugurada formalmente con la elección del nuevo presidente de la misma, el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shukri, quien prometió que esta reunión será «un punto de inflexión a la hora de lograr una acción multilateral colectiva».
Ante los delegados de las más de 190 entidades parte de esta reunión, impulsada por las Naciones Unidas para abordar la crisis causada por el cambio climático, Shukri afirmó que este encuentro no cesará en sus esfuerzos para obtener resultados tangibles, puesto que ya «es hora de moverse de la fase de la negociación a la de implementar los compromisos» adquiridos.
La mañana de inauguración comenzó «movida» por la detención de dos periodistas «críticos» con el Gobierno egipcio. El problema fue que las detenciones se filtraron ayer pero se habrían producido hace tres días en sus domicilios. Según explicaron a Efe fuentes cercanas al dispositivo de seguridad, se trataría de dos redactores de medios estatales y que «la fiscalía decidió prisión preventiva para los dos durante 15 días, con cargos de publicar y difundir noticias falsas, animar a manifestarse, ayudar a un grupo prohibido a lograr sus objetivos y de hacer uso indebido de las redes», cargos genéricos con los que las autoridades suelen imputar a críticos y disidentes.
Pero ayer también se organizaron protestas durante la inauguración de la cumbre y la organización Human Rights Watch (HRW), entre otros organismos, instó al Gobierno de Egipto a que no extienda «su represión de los derechos humanos» al espacio de la cumbre, dadas las medidas impuestas para restringir las protestas y el aumento de la vigilancia. A pesar de estos pequeños conatos de disturbios y en un ambiente de cierta calma tensa, la cumbre quedó inaugurada con todas las esperanzas de que, esta vez sí, los participantes logren llegar a acuerdos para frenar el calentamiento global. De hecho el primer día arrancó ya con una buena noticia, tras un acuerdo alcanzado para abrir oficialmente la negociación sobre las compensaciones económicas para las crisis provocadas por eventos meteorológicos extraordinarios, según un documento al que ha tenido acceso Bloomberg. El pacto permitirá a los diplomáticos y dirigentes desplazados hasta Egipto debatir este asunto por primera vez de forma oficial. El presidente de la cumbre, Shukri, destacó ayer que este avance se ha logrado tras 48 horas de intensas negociaciones y subrayó que prevé que se tome una decisión definitiva «no más tarde de 2024». «La inclusión de esta agenda refleja el sentido de solidaridad y empatía con el sufrimiento de las víctimas de los desastres provocados por el clima», dijo.
Los países en vías de desarrollo y los estados insulares que apenas han contribuido a las emisiones de gases de efecto invernadero son los que sufren más directamente los efectos del cambio climático y son los que más han presionado en las últimas semanas para que se tratara esta cuestión. En realidad, la demanda es ya vieja; de hecho, estaba presente cuando comenzaron las COP a principios de la década de 1990, pero los países industrializados han ido bloqueando reiteradamente las iniciativas para incluir el tema en la agenda por miedo a que pudiera generar una demanda de miles de millones de dólares (euros) en compensaciones. Las recientes inundaciones en Pakistán (que obligó a desplazar a 30 millones de personas) y otras crisis recientes han servido para dar un nuevo empujón a la reivindicación.
La negociación sobre el texto final del acuerdo ha provocado el retraso de más de una hora de la sesión de inauguración de la conferencia para evitar un incómodo enfrentamiento nada más comenzar la COP27.
La OMS también pide paso
Pero el encuentro no solo tratará asuntos económicos sino que también se centrará en los daños para la salud que ya sufrimos los habitantes del planeta. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reclamó ayer que la salud sea «el centro» de las negociaciones de este encuentro mundial. A través de un comunicado, la organización instó a que la cumbre concluya «con avances en los cuatro objetivos clave de mitigación, adaptación, financiación y colaboración para hacer frente a la crisis climática».
La COP27 será una oportunidad crucial para que el mundo se reúna y vuelva a comprometerse a mantener vivo el objetivo del Acuerdo de París de 2016, que estableció limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. «El cambio climático está haciendo que millones de personas enfermen o sean más vulnerables a las enfermedades en todo el mundo, y la creciente destructividad de los fenómenos meteorológicos extremos afecta de manera desproporcionada a las comunidades pobres y marginadas». Según datos de la OMS, entre 2030 y 2050 se espera que el cambio climático provoque unas 250.000 muertes más al año por malnutrición, malaria, diarrea y estrés térmico. Por eso la organización considera crucial que este asunto se sitúe en el centro del debate del encuentro mundial.
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