Naturaleza
La regla 3/30/300 y cómo puede mejorar tu salud
Las personas que viven cerca de árboles y zonas verdes tienen menos probabilidades de padecer problemas de salud mental y física
La interacción con la naturaleza tiene un impacto positivo sobre nuestra salud. Varios estudios científicos han demostrado que el contacto regular con los espacios naturales mejora el estado de ánimo, reduce el estrés, aumenta la creatividad, refuerza el sistema inmunitario o permite dormir mejor. Además, se ha asociado con una menor mortalidad prematura y una mayor esperanza de vida.
Los espacios verdes en las ciudades son esenciales para disfrutar de una buena salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el acceso universal a una zona verde que mida al menos 0,5 hectáreas, a una distancia en línea recta de no más de 300 metros de cada domicilio. Una realidad que trasladada a las grandes ciudades europeas, apenas se cumple. Y es que, según un estudio del Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona, el 62% de la población europea vive en áreas con menos espacios verdes de lo indicado. Los expertos, que analizaron más de 1.000 ciudades en 31 países europeos, descubrieron que se podrían prevenir hasta 43.000 muertes prematuras cada año si se cumplieran estas recomendaciones.
Para comprobar si los ciudadanos viven cerca de zonas con vegetación, el ingeniero forestal urbano Cecil Koninjnendijk propuso la regla 3-30-300. Esta regla general para desarrollar ciudades más saludables sugiere que todas las personas deberían ver al menos tres árboles desde su casa, que debería haber un 30% de cobertura vegetal en cada barrio y que nadie debería vivir a a menos de 300 metros de un parque. De hecho, la OMS recomienda que en las grandes urbes se cumpla 1 de los 3 requisitos que comprende la regla, debido a los beneficios físicos y mentales que aporta el contacto directo con el medio natural, además, de constatar que ayuda a mitigar las altas temperaturas o previene las inundaciones.
Por su parte, el paisajista Fernando Pozuelo ha complementado la regla 3-30-300 con la teoría del Trébol de 4 Hojas y la línea verde imaginaria, que destaca la alineación de los ciudadanos con la naturaleza. Así, esa relación entre el ser humano y los tres elementos -árboles, espacios verdes y parques o jardines- conlleva, además de ventajas para la salud, una implícita conciencia ecológica. “Esta línea verde imaginaria nos abre un sentido energético de la naturaleza dentro de las ciudades”, explica Pozuelo.
El experto señala que “la naturaleza tiene la capacidad de ofrecer múltiples beneficios al ser humano, y muchas veces nos olvidamos de ello. En ocasiones, los lugares donde más tiempo pasamos en nuestro día a día, como nuestras casas o incluso los puestos de trabajo, están alejados de espacios verdes. No obstante, podemos acondicionarlos para contar con elementos naturales que nos permitan fomentar esa conexión tan necesaria”. Pero, ¿qué sucede si nuestros hogares están alejados de zonas verdes? El experto comparte 3 tipspaisajísticos para acercar la naturaleza al interior de nuestras casas. Qué plantas son las más adecuadas para situar en balcones, terrazas o ventanas o cómo tener una pequeña zona verde también en nuestro salón:
1- Evocar un paisaje desde nuestra ventana. Situar macetas en el alféizar de las ventanas ayuda a visualizar vegetación desde el interior de la casa. Especies como el Geranio y el Crisantemo o la Begoña y el Pensamiento son de fácil mantenimiento, destacan además por su capacidad de adaptarse a las condiciones climáticas cambiantes de las ciudades.
2- Sutiles bosques en balcones.Complementar los balcones con arbustos ayuda a realizar esta idea que la regla 3-30-300 recomienda. No solo mejora nuestro estado anímico, sino que amortigua el bullicio de la ciudad y reduce los niveles de estrés que estos ruidos ocasionan. Algunas de las especies más utilizadas para el diseño de bosques en miniatura son las Coníferas -como el Pinus Mugo- o diferentes tipos de Junípero, entre otros.
3- Incluir plantas en el interior de nuestro hogar influye en nuestro bienestar.El Poto, la Sanseviera o la Cinta tienen la capacidad de purificar el aire. En concreto, permiten respirar un ambiente limpio, que ayuda a rebajar la tensión y el estrés, generando una sensación de bienestar.
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