La salud mental y emocional de los adolescentes y jóvenes españoles ha caído en picado desde la pandemia de covid.Dadas las carencias estructurales (y endémicas) en atención a la salud mental de la Sanidad pública, la mayor parte de los menores con problemas como ansiedad o depresión o bien no se trata o lo hacen en consultas privadas de psicólogos y psiquiatras.

En este contexto, no sorprende que el malestar psicosomático haya aumentado más de 10 puntos en adolescentes (del 28,7% al 38,5%) entre 2018 y 2022, según refleja el Estudio HBSC (Health Behaviour in School-aged Children), realizado por el Ministerio de Sanidad en colaboración con la Organización Mundial de la Salud con una muestra representativa de 33.630 adolescentes escolarizados de 11 a 18 años.

El malestar psicosomático se define como una condición en la que los síntomas físicos están influenciados por factores psicológicos o emocionales. En España, esta condición, que implica padecer síntomas como dolores de cabeza, problemas para dormir o irritabilidad al menos una vez a la semana, es especialmente prevalente entre las chicas y se intensifica con la edad, alcanzando en el grupo de 17-18 años una prevalencia del 60,3%, frente a un 28,4% de los chicos.

Respecto a la percepción general de salud, el 27,3% de la población de 11 a 18 años considera que su salud es excelente, mientras que la mayoría (53,5%) la valora como buena y un 16,5% la califica como pasable. Solo un 2,7% percibe su salud como pobre. Al analizar por sexo, se observan diferencias notables: el 34% de los chicos declara percibir su salud como excelente, frente al 21% de las chicas.

Dos de cada diez adolescentes tienen sobrepeso u obesidad

En cuanto a los hábitos alimentarios, el 54,8% de los adolescentes desayuna a diario entre semana, cifra que baja al 47% en el grupo de 17-18 años. Solo el 16,4% consume fruta más de una vez al día y el 23,4% verdura a diario, mientras que el 10,5% consume refrescos azucarados diariamente.

En relación con el control de peso, el 18,4% de los adolescentes presenta sobrepeso u obesidad, con cifras estabilizadas en los últimos años, siendo la prevalencia superior en los chicos (21,8%) en comparación con las chicas (15%).

Esta situación se agrava en contextos de menor nivel adquisitivo, alcanzando el 25% entre adolescentes de familias con capacidad adquisitiva baja, frente al 14% en aquellas con mayor nivel económico.

El 40% de las menores se "ve gorda"

A pesar de que el sobrepeso afecta más a los chicos, son las chicas quienes muestran una mayor preocupación por el control del peso y la imagen corporal. Así, a partir de los 15 años, el porcentaje de chicas que realizan dietas para perder peso es significativamente superior al de los chicos. A los 17-18 años, el 40% de las chicas percibe su cuerpo como "algo o demasiado gordo", frente al 23,5% de los chicos. Además, el 19% de las chicas de esta franja de edad declara tener una baja satisfacción con su imagen corporal, cifra que contrasta con el 4,7% en el caso de los chicos.

En el ámbito sexual, el 35% de los adolescentes de 15 a 18 años ha mantenido relaciones coitales y solo el 65% utilizaron preservativo en su última relación sexual. Además, un 15% señala haber usado exclusivamente el método de "marcha atrás".

Por otro lado, el estudio destaca que casi la mitad de los adolescentes no consume alcohol actualmente. No obstante, a los 17-18 años, el 17% declara un consumo semanal y el 31% ha experimentado episodios de embriaguez en el último mes. El 13% de los adolescentes de 17-18 años fuma cigarrillos diariamente, mientras que el 12% de la población general de 11-18 años ha usado cigarrillos electrónicos en el último mes.