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Extranjeros en España

Brendan Chaplin, británico viviendo en España, enuncia las cosas que más odia del país: "La siesta está bien pero…"

El extranjero llega a nombrar hasta nueve defectos que detesta de la vida española. Estos repercuten tanto a los sentimientos generados por la distancia como a los distintos actos cotidianos

Brendan Chaplin, británico viviendo en España, enuncia las cosas que más odia del país: "La siesta está bien pero…" La Razón

Cada vez más ciudadanos británicos eligen España como destino para comenzar una nueva etapade vida, atraídos por un estilo cotidiano más relajado, un clima templado y un coste de vida que, en muchas regiones, resulta notablemente más accesible. La posibilidad de disfrutar de una dieta saludable, pasar más tiempo al aire libre y participar en una vida social activa contrasta con el ritmo acelerado y a menudo solitario de las grandes ciudades del Reino Unido. También influye el fuerte sentido de comunidad presente en la vida española, donde las plazas, mercados y terrazas se convierten en escenarios habituales del día a día.

Sin embargo, tras los primeros meses de entusiasmo, comienzan a surgir ciertos choques culturales que matizan la experiencia. Los horarios de comidas y cenas, considerablemente más tardíos, obligan a reajustar rutinas muy arraigadas. La flexibilidad con los tiempos puede desconcertar a quienes provienen de una cultura acostumbrada a la puntualidad estricta. Las gestiones administrativas tienden a desarrollarse con una lentitud difícil de aceptar para el recién llegado. Incluso la manera de comunicarse, más expresiva y directa, requiere un proceso de adaptación. Estos detalles del día a día no solo revelan diferencias prácticas sino también una distancia en la forma de entender el tiempo y la vida en sociedad.

Esta clase de contradicciones que surgen entre el sentimiento y lo cotidiano nacen, en cierto modo, de las tradiciones y las costumbres de cada lugar. Por el contrario, son muchos los que con el paso del tiempo logran salir de estas concepciones. interiorizando otros modos de pensamiento ancladas a su lugar actual de residencia. Tal es el caso de Brendan Chaplin, británico expatriado que reside desde hace dos años en territorio español junto a su familia. El susodicho se alzó con cierta fama en su canal de YouTube, en el que explicaba con todo lujo de detalle sus principales vivencias en España. Si bien ha declarado en ocasiones que su experiencia es "como nunca la hubiera imaginado", también informa de que "no todo es un camino de rosas".

Esto es lo que más odia de España

En una de sus últimas publicaciones, el anglosajón explicó a sus seguidores los puntos negativos que tiene residir en España, llegando a enunciar hasta nueve cosas que "no le gustan" de nuestro país. No obstante, estos elementos no siempre repercuten sobre nuestras costumbres sino que algunos también influyen en la emociones evocadas por su estancia aquí. El primer punto que encabeza la lista, y también el más obvio, apunta a la familia y los amigos, y, al mismo tiempo, concierne a la gran distancia entre ambas naciones. Por el contrario, también ve un aspecto positivo porque, según sus palabras, "te hace valorar el tiempo que tienes".

La burocracia, como muchos extranjeros que han seguido su ejemplo, es una de las quimeras, aunque estos los españoles ya lo sabíamos. Para ello pone de manifiesto una experiencia propia, en el que asegura que tiene una empresa con su mujer y, a la hora de tramitar el nombre para el negocio tuvieron que acudir hasta cinco veces al abogado en "dos o tres semanas". Este proceso tarda mucho más tiempo del esperado, sobre todo en el caso de los inmigrantes, que a veces se encuentran con más impedimentos para sacar estas acciones adelante.

Por otro lado, en lo que respecta a los aspectos más nimios del día a día, el protagonista identifica una serie de inconvenientes. El agua del grifo, que es alabada por muchos como un recurso indispensable del país, no es del agrado de Chaplin. "En mi opinión no sabe muy bien. Tiene un sabor metálico y está bien beberla pero particularmente no me gusta", expone para, posteriormente, afirmar que prefiere la ingesta de agua filtrada. Desde otro punto, la extensión del país también suponen un impedimento para el inglés. "Si quieres ir a visitar a tu amigo a Madrid desde Barcelona tardas cuatro horas", recalca. También agrega la conducción como un proceso que tardaron un gran espacio de tiempo en interiorizar debido a las diferencias con Reino Unido.

Problemas del verano español

Asimismo, muchos de las desventajas de vivir en España precisamente tienen como nexo común el verano. Para empezar, los mosquitos son detestados por el británico, que no ha dudado en resaltar este punto. Por otra parte, las noches largas junto con el estilo de vida de los españoles cuentan con matices adversos. "La siesta está bien, luego sales hasta las once de la noche, pero cuando vas a fiestas acabas muy cansado". Por último, y como no podía ser de otra manera, el calor y las altas temperaturas cierran la lista. "Nos mudamos a España por el clima pero en mitad de agosto acabas sudando", indica el británico al mismo tiempo que añade que, si fuera por él, cambiaría la temperatura.