
Por sus derechis
El chimpancé Yoko inicia una nueva vida en libertad gracias a una operación internacional histórica
"Cada minuto contaba para evitar que quedara atrapado en un limbo legal y una jaula sin esperanza"

El chimpancé Yoko, quien había estado en solitario en el Bioparque Ukumarí de Colombia durante años tras la trágica muerte de sus compañeros, ha comenzado una nueva etapa en su vida en el santuario de Sorocaba, Brasil, gracias a una operación internacional sin precedentes. Esta operación, denominada "Arca de Noé Yoko", ha sido un esfuerzo colectivo de numerosas instituciones y personas comprometidas con la defensa de los derechos de los grandes simios.
Yoko vivió un largo período de soledad tras la muerte de sus dos compañeros, quienes fueron abatidos por la policía después de escapar debido a un error del cuidador. Durante años, permaneció en una jaula, víctima de la indiferencia y la soledad, hasta que un grupo de organizaciones y autoridades decidieron darle una oportunidad para vivir en un entorno natural, junto a otros chimpancés de su especie.
El Proyecto Gran Simio (PGS) celebró con gran emoción el exitoso traslado de Yoko a Brasil. Este rescate fue posible gracias al esfuerzo coordinado de diversas entidades, como Luis Domingo Gómez Maldonado, representante del PGS en Colombia, y la senadora Andrea Padilla, quienes lideraron la operación. Además, la Fuerza Aeroespacial Colombiana y Avianca se encargaron del transporte de Yoko desde Colombia a Brasil, facilitando su traslado en un avión de transporte militar.
Pedro Pozas Terrados, Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio España, expresó su gratitud a todos los involucrados en esta misión, destacando que esta operación es un ejemplo de cómo la compasión y la ciencia pueden unirse para crear un futuro más justo y ético para los grandes simios.
"Cada minuto contaba para evitar que Yoko quedara atrapado en un limbo legal y una jaula sin esperanza. Este esfuerzo demuestra que cuando se anteponen los valores éticos y el respeto a nuestros hermanos evolutivos, no hay fronteras ni obstáculos que no puedan superarse", aseguró Pozas.
El proyecto también agradeció al santuario de Sorocaba por recibir a Yoko y brindarle un espacio seguro donde podrá vivir libre de las restricciones de su anterior vida cautiva. Este santuario evaluará al chimpancé durante un periodo de cuarentena para determinar con qué grupo de congéneres pasará el resto de su vida.
El Proyecto Gran Simio hace un llamado urgente a Colombia para que promueva una ley de grandes simios que garantice que ningún homínido no humano vuelva a estar enjaulado. La historia de Yoko debe ser un punto de inflexión para el trato de los grandes simios a nivel mundial.
Los grandes simios, nuestros parientes evolutivos más cercanos, merecen vivir en libertad o en santuarios, donde se respete su dignidad y bienestar. "Yoko hoy es libre, y con él, damos un paso más hacia una humanidad más justa, consciente y evolucionada", concluyó Pedro Pozas.
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