
Salud
¿Se te escapan las palabras? Podría ser una señal temprana de deterioro cognitivo
El estudio vincula esta dificultad con las mismas vías neuronales que se ven afectadas en la enfermedad de Alzheimer

Es normal que, con el tiempo, nuestros abuelos se vuelvan más lentos, tanto física como mentalmente. A lo largo de los años, hay ciertas señales que pueden indicar un envejecimiento cerebral considerado normal: repetir historias, confundir nombres y tener dificultad para encontrar palabras.
Sin embargo, una de estas acciones aparentemente inofensivas podría ser una señal temprana de problemas en las redes de memoria. Aunque es inevitable que, con la edad, la memoria falle en algún momento, esta señal puede anticipar ese deterioro y servir como una alarma temprana para trabajar en la salud cerebral y ralentizar su progresión.
Dificultad para encontrar palabras (WFD)
"¿Cuál es la palabra que estoy buscando?" es una frase típica que indica lo que se conoce como Word-Finding Difficulty (WFD), o dificultad para encontrar palabras. Según un estudio realizado por la Universidad de Toronto y Baycrest Health Sciences, la WFD es una de las primeras señales de un deterioro en las redes de memoria.
El estudio vincula esta dificultad con las mismas vías neuronales que se ven afectadas en la enfermedad de Alzheimer. Los investigadores también señalaron que hablar más lento está asociado con una menor salud cognitiva, mientras que una mayor fluidez verbal se relaciona con una vida más larga. Es decir, los adultos con mejor fluidez al hablar tienden a vivir más tiempo que aquellos que presentan mayores dificultades.
¿Por qué ocurre la WFD?
Existen tres hipótesis que relacionan la WFD con la salud cognitiva:
- Teoría de la velocidad de procesamiento: Esta hipótesis compara el cerebro envejecido con un ordenador antiguo: todavía funciona, pero necesita más tiempo para abrir archivos. Las transmisiones neuronales siguen operando, aunque con menor velocidad.
- Déficit de inhibición: Según esta teoría, las personas mayores tienen más dificultades para bloquear ideas irrelevantes o distracciones. En palabras de Zacks y Hasher (1994): "En el contexto del envejecimiento, los adultos mayores no recuerdan los nombres debido a su incapacidad para suprimir asociaciones irrelevantes o palabras que compiten durante la recuperación."
- Déficit de transmisión: Esta hipótesis plantea que el vocabulario está organizado en capas: el concepto en la parte superior, la forma de la palabra en el medio y el sonido en la base. Con el envejecimiento, se debilita la conexión entre las capas media e inferior. Como resultado, la persona puede comprender el concepto, pero no logra expresar su sonido, lo que dificulta la producción verbal, incluso aunque pueda leerlo o escucharlo sin problemas.
Estudio de verificación
Para comprobar estas hipótesis, los científicos de la Universidad de Toronto y Baycrest Health Sciences realizaron un estudio con 125 adultos de entre 18 y 25 años. Se grabaron conversaciones naturales de los participantes y luego se los sometió a distintas pruebas.
Al analizar cómo hablaban en su vida cotidiana, los investigadores concluyeron que ni la dificultad para encontrar el significado de una palabra ni los impulsos para decir palabras aleatorias explicaban por completo los olvidos. En cambio, el mejor indicador fue la rapidez general con la que una persona lograba decir cualquier palabra. Este hallazgo centró la atención en la velocidad del procesamiento mental.
Un estudio de seguimiento confirmó que hablar más lento en conversaciones cotidianas está relacionado con una menor agilidad mental. Los investigadores descubrieron que quienes hablaban más despacio también obtenían peores resultados en tareas que requerían concentración y planificación, incluso si cometían pocos errores al buscar palabras.
Lo más importante no era cuántas veces alguien se quedaba en blanco, sino qué tan rápido podía construir frases una vez que encontraba la palabra adecuada.
Precaución
No hay que alarmarse si una persona cercana empieza a mostrar dificultad al encontrar palabras al hablar. Este estudio simplemente señala un posible indicador temprano de deterioro cognitivo y sugiere tomar medidas preventivas.
Algunas maneras de mantener las redes neuronales activas incluyen conversar con frecuencia, contar historias, jugar con palabras o aprender nuevos idiomas. Estas actividades son excelentes formas de fortalecer la salud cognitiva a medida que envejecemos.
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