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Gastronomía

Cómo preparar las legumbres para evitar que te den gases: una experta en alimentación revela el truco definitivo

Las leguminosas causan gases por compuestos llamados oligosacáridos, que no pueden ser digeridos por el cuerpo

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Las legumbres son un alimento fundamental en nuestra dieta. Además de aportar proteínas de calidad, fibra, vitaminas y minerales, son muy económicas. A pesar de sus múltiples beneficios para la salud, muchas personas las miran con cierta "prudencia" porque a veces pueden ser tus mayores enemigas, y es que sus altos niveles de fibra provocan gases. Esto no significa que debamos evitarlas, pero dependiendo de cómo las preparamos y cocinamos, el hinchazón estomacal puede ser mayor o menor.

La forma en la que preparamos los alimentos antes de cocinarlos no solo tienen un efecto en el resultado final de la receta, sino en nuestra salud también. Montse Meléndez, experta en alimentación y creadora de contenido, parece haber dado con la clave para evitar esos gases molestos después de un rico plato de lentejas o alubias. Los pasos a seguir, según la especialista, para disminuir la posibilidad de sufrir dolor abdominal tras un plato de legumbres, son los siguientes.

- Lava las legumbres con agua fría para eliminar el polvo.

- Déjalas en remojo entre ocho y doce horas antes de cocinarlas.

- Vuélvelas a enjuagar para retirar el agua de remojo

- Cocínalas y comprueba si ha funcionado

¿Por qué dejarlas en remojo disminuye los gases?

"Las leguminosas causan gases por compuestos llamados oligosacáridos. La rafinosa, estaquiosa y otros compuestos no pueden ser digeridos por nuestro cuerpo, por lo que llegan intactos a nuestro intestino grueso". Ahí son fermentados por nuestra microbiota, explica Meléndez, y eso se transforma en gases. Cuando remojamos las legumbres, hacemos que estos compuestos queden en el agua, evitando los molestos gases.

Pero ese no es el único truco. Cocinar las legumbres a fuego lento y asegurarte de que queden bien tiernas es clave para que resulten más ligeras. Retirar la espuma que se forma al principio de la cocción también ayuda, ya que elimina impurezas que pueden dificultar la digestión. Además, evitar combinarlas con demasiadas grasas en el mismo plato puede reducir la sensación de pesadez.

Para mejorar aún más su tolerancia, puedes añadir ingredientes carminativos como comino, laurel, hinojo, anís o jengibre, que reducen de manera natural la formación de gases. Un pequeño trozo de alga kombu también facilita la digestión al ablandar la legumbre. Y si aun así te sientan algo pesadas, optar por preparaciones trituradas como hummus o cremas suele hacerlas mucho más suaves.