Seguridad

¿Cuál es la diferencia entre una casa que les gusta a los ladrones y a los okupas y una que no? Se fijan en estos detalles

Una empresa de seguridad japonesa revela que los delincuentes siempre inspeccionan las viviendas antes de cometer un delito

¿Cuál es la diferencia entre una casa que les gusta a los ladrones y a los okupas y una que no? Se fijan en estos detalles
¿Cuál es la diferencia entre una casa que les gusta a los ladrones y a los okupas y una que no? Se fijan en estos detallesPexels

La vivienda es el rincón seguro de las personas. El hogar es el lugar en el que uno descansa, desconecta y coge fuerzas para afrontar la siguiente jornada. También es importante a nivel material porque es donde se guardan los objetos personales, de valor y recuerdos que nos han acompañado durante la vida o al menos un periodo de ella. Para los dueños el valor está en lo económico, pero también en lo sentimental. Sin embargo, los delincuentes se fijan solo en lo primero para llevar a cabo ataques de todo tipo que comprometen la vivienda y, en ocasiones, la seguridad de las personas.

Los principales atacantes son ladrones y okupas. Ambos tienen diferentes objetivos finales. Mientras que los primeros buscan llevarse objetos de valor, los segundos buscan quedarse a vivir en el interior. Pese el fin no ser el mismo, sí lo es el primer paso para conseguirlo: entrar en la casa. Normalmente no es algo aleatorio y decidido al azar, sino que conlleva un importante estudio por parte de los delincuentes, que buscan elegir objetivos, es decir, casas en las que sea fácil entrar. Distinguen muy bien entre las que son adecuadas y las que son más seguras y, por tanto, no les convienen.

¿Qué casas atacan ladrones y okupas?

Para diferenciarlas, una empresa de seguridad japonesa ha presentado un modelo comparativo que revela las características de las casas que suelen seleccionar los ladrones y las que tienden a evitar durante sus ataques. Es un modelo de antaño, pero lo han recuperado porque sigue siendo relevante a nivel de seguridad del hogar, que fue presentado al público en una reciente feria comercial en Kioto y publicado por el medio local Sankei para concienciar a la población ante los robos.

Casa segura
Casa seguraSankei

Este modelo presenta dos casas contiguas, una segura y otra que no lo es tanto. Se muestra que las casas rodeadas de muros altos y setos, con numerosos puntos ciegos son las que buscan ladrones y okupas para entrar con facilidad al haber menor posibilidad de ser descubiertos. También son un objetivo las que tienen rutas de acceso poco visibles como caminos laterales, recovecos y porches con iluminación escasa.

Muestras de abandono: la gran señal

Estas dos cosas son importantes, pero la verdaderamente diferencial es la actividad en la vivienda. Si hay muestras de abandono como la acumulación de cartas en el buzón, los ladrones entrarán con más facilidad. También es clave la actividad interior. Si nunca hay ropa tendida o siempre está la misma, los ladrones considerarán que nadie vive ahí y buscarán el asalto a la misma al creer que será considerablemente más sencillo.

Fukuyoshi Kondo, jefe de planificación de operaciones de Security House, señaló en el medio nipón que los delincuentes, ya sean ladrones u okupas, siempre inspeccionan los lugares antes de cometer un delito, examinando ciertos puntos clave para determinar la facilidad del ataque. Pocos están hechos al azar, la mayoría tienen un trabajo detrás de estudio para comprobar la posible viabilidad. Explica lo siguiente: "Los ladrones siguen siendo sensibles a las personas y los ruidos, suelen actuar de noche y desisten rápidamente si el robo resulta difícil".

Así debe ser una casa para evitar robos

El modelo de casas contiguas muestra la forma en la que nunca debe ser una y el peligro que suponen ciertos elementos, pero también las recomendaciones para espantar a los posibles atacantes. Hay cuatro principales que marcan la diferencia. Son las siguientes:

  • Líneas de visión despejadas: facilitan que vecinos o transeúntes perciban movimientos extraños.
  • Cerramientos que combinan control de acceso y transparencia: vallas bajas o rejillas en las que se ve el frente.
  • Mantener actividad aparente cuando no hay gente: pedir a un vecino que recoja correo o instalar temporizadores de luz.
  • Sistemas básicos de alarma: detectores de movimiento, sensores infrarrojos y, en entornos con más recursos, cámaras con visión nocturna y aplicaciones de monitorización