Mascotas

Custodia compartida de mascotas por orden judicial

Cada vez son más los casos en los que las parejas divorciadas comparten a sus animales de compañía en iguales periodos de tiempo.

Separarte de tu mascota tras una ruptura puede resultar un golpe muy duro tanto para personas como animales
Separarte de tu mascota tras una ruptura puede resultar un golpe muy duro tanto para personas como animaleslarazon

Cada vez son más los casos en los que las parejas divorciadas comparten a sus animales de compañía en iguales periodos de tiempo.

Marta conoció a Unkas hace dos años en Madrid. Un perro mestizo de color chocolate y ojos pequeños «color avellana», como a Marta le gusta decir. Unkas siempre ha sido un perro obediente y muy sociable, tanto con su misma especie como con las personas. «El guerrero valiente», como le apoda Marta a Unkas, «como el protagonista de El Último Mohicano», porque este mestizo ha superado ya dos enfermedades.

Marta fue la que convenció a su pareja de hecho para adoptar a este perro, entonces un cachorro, el menor de la camada. Como ya había tenido una buena experiencia con la adopción de Bruno, que ya lleva con ella 13 años, no dudó en hacer un hueco al pequeño mestizo, al que bautizó como Unkas. Pero, poco a poco Marta y su pareja empezaron a distanciarse. Él tuvo que trasladarse a Barcelona por motivos laborales y la relación terminó por enfriarse. «Fui yo la que decidió acoger a Unkas, porque mi pareja no quería en un primer momento. Después puso todos los datos a su nombre y decidió que se quedaba con él». Hoy, hace tres meses que Marta no ve a su «pequeño guerrero» que la llenó de vida cuando sus abuelos fallecieron.

Marta vivió sola con Unkas y su otro perro, Bruno, durante cinco meses, mientras su pareja estuvo destinada en la capital catalana. Cinco meses en los que creó un estrecho lazo de cariño y dedicación con sus mascotas. Cuando él volvió a Madrid, ambos acordaron dar por finalizada su relación pero no llegaron a un acuerdo respecto a Unkas, lo único que a día de hoy les mantiene en contacto. «Me fui del piso y no me lo pude llevar, hoy hace tres meses que no veo a mi perro. Él me prometió que le podría visitar siempre que quisiera, pero la realidad ha sido otra, tan solo he podido estar con él tres veces».

Pese a que ella no piensa todavía en recurrir a la Justicia, puesto que en el caso de las parejas de hecho no existe una regulación completa, ya hay casos en los que un juez ha tenido que decidir sobre la custodia de una mascota, como fue el caso que batalló el abogado Carlos Franco, que consiguió que su cliente pudiese disfrutar de su mascota seis meses al año. «Ya son más del 50% las parejas que tienen mascota y quieren regular este aspecto. Es vital llevar a cabo un procedimiento en los casos en los que no haya acuerdo mutuo». María González, abogada en derecho animal en Animalex, argumenta que «la custodia compartida ya no es un mero acuerdo de intereses entre dos partes, ahora entra en juego un tercer interés, el de los animales, que están reconocidos ya por la UE como seres sintientes». Perder a tu mascota cuando el amor se rompe puede ser muy traumático,ya que cada vez son más las parejas que reconocen a su mascota como un miembro más de la familia. Desde el 1 de mayo, en Portugal, las mascotas ya son consideradas como personas jurídicas. Un cambio legislativo elaborado por la Asamblea de la República que contempla la custodia compartida de animales domésticos como solución ante los divorcios contenciosos.

El país luso, con siete millones de animales domésticos, no es el único en poner en marcha este tipo de iniciativas, en España el Observatorio de Justicia y Defensa Animal, planteó una propuesta para que los animales dejasen de ser considerados como seres semovientes, iniciativa presentada por Ciudadanos que ya se ha aprobado en el Congreso, a través de la cual las mascotas pasan a tener una categoría especial en el Código Civil.Cada vez son más los casos en España en los que los convenios matrimoniales contemplan la opción de tenencia compartida de mascotas con iguales periodos de tiempo, y ya son muchos los que han logrado que sus mascotas sean un bien mueble indivisible.