Cargando...

Opinión

Edadismo idiota

Hay personitas de setenta y cinco que aparentan cincuenta y que no les dejan el asiento en el metro

Mayores jubilados de la tercera edad pasean y toman el sol en un parque de Madrid. Alberto R. RoldánLa Razón

No todos los mayores son sabios, ¿lo son acaso todos los jóvenes? Ahora bien, entre un joven idiota y un mayor idiota sabe más el mayor idiota. «Sabe más el diablo por viejo que por diablo». Pues sí, queridos, el edadismo campa a sus anchas contra los muy jóvenes y los viejos. El aspecto físico es el fundamento, hoy en día engañoso.

Hay personitas de setenta y cinco que aparentan cincuenta y que no les dejan el asiento en el metro. A mi han empezado a dejármelo ahora, ¡vida, cruel! Y no, no suelen dejármelo los jovenzuelos, son las señoras de mi edad las que me ceden la gentileza.

Es gracioso que no nos podamos ver en el espejo y que sean las otros quienes te reflejen con nitidez. No nos vemos el semblante ni la edad real.

En el teatro, que hay bastante edadismo, un caballero, apenas cuatro años menor, no me invita a un congreso porque dice que hay que dar paso a los de sesenta para abajo. ¡Pero si él tiene más! Ah, olvidaba que también tiene cargo. Hace poco un autor importante manifestaba con ironía que muchos piensan que los de cierta edad ya estamos amortizados.

¿Amortizados? ¿Cómo puede estar un artista amortizado como si fuera una hipoteca? Hoy en día solo nos queda esperar a morirnos para que nos desamorticen. La pena es que ni siquiera eso ocurre ya con los poetas y los dramaturgos, eliminados de las listas de las mejores literaturas en ciertos periódicos. Hoy tienes que ser emergente.

A los experimentados nos ha hecho sumergibles.

A ver si ya dejamos hueco, si nos callamos la boquita y paramos la imaginación, pensarán. Pues será solo la vida la que nos pare. Porque el estereotipo de mayor físicamente frágil y mentalmente endeble es tramposo; hay viejos que se hacen incontables largos en la piscina y discurren mejor que dioses, y hay jóvenes viejos reviejos, con la carita y el alma gris bruma. Ser edadista cuando todos vamos hacia allá es un poco idiota, ¿no?.