Climate Trace

España, segundo gran emisor que más elevó emisiones en 2022

La Cumbre del Clima de Dubái analizó los datos de la organización ecologista del ex vicepresidente Al Gore

España, con un aumento del 10,5%, fue el segundo país entre los grandes emisores del mundo –más de 100 millones de toneladas equivalentes de CO2 al año– en el que más subieron las emisiones en 2022 respecto a 2021, según datos de Climate Trace, organización fundada por el exvicepresidente de Estados Unidos Al Gore.

Sólo el sector eléctrico español elevó sus emisiones un 22%, según la coalición sin ánimo de lucro, integrada por especialistas en inteligencia artificial, científicos de datos, investigadores y organizaciones independientes y maneja un detallado inventario de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del mundo.

Según los datos presentados en el marco de la cumbre del Clima de Dubái, en 2022, las emisiones totales de España alcanzaron 355 millones de toneladas, un 10,5% más que en 2021, año de menor actividad por la covid y en el que no se registró la oleada récord de incendios que asoló el país el año pasado.

Por delante de España, y siempre en términos relativos, entre los grandes países emisores sólo se situó Venezuela, con un incremento del 21,1%. Por detrás se sitúan Kuwait y Omán, con repuntes del 9,4 y del 8%, respectivamente.

En términos absolutos, las emisiones globales alcanzaron los 58.500 millones de toneladas de CO2 equivalentes, el 1,5 % más que en 2021 y el 8,6 % más que en 2015, año en el que se firmó el Acuerdo de París, referente en la lucha contra el cambio climático.

Los mayores emisores fueron China, con 15.600 millones de toneladas; Estados Unidos, con 6.900; India, con 4 millones, y Rusia, con 3,76 millones. Así, sólo cuatro países concentraron el 56,3% de las emisiones globales.

Mientras China y Rusia redujeron las suyas, con descensos en torno al 0,4 % en cada caso, las de Estados Unidos repuntaron el 3,4 y las de la India, el 5,3%.

Los grandes países emisores que más recortaron sus emisiones de gases de efecto invernadero fueron Ucrania (16,3%), Holanda (5,6%), Malasia (4,7%), Bélgica (4,2%) y Pakistán (3%).

Por sectores, el de la aviación, cuya actividad se redujo drásticamente en 2021 por las restricciones de movilidad por la pandemia, fue el que más elevó sus emisiones en 2022, con un aumento del 74%. El transporte por carretera fue el que se anotó un mayor aumento en términos absolutos, con 210 millones de toneladas más emitidas.

Las emisiones del sector eléctrico subieron el 1,2%, hasta los 12.870 millones; las de producción de petróleo y gas, el 3,5% (5.860 millones); las de refino, el 2% (9.700 millones), y las del transporte por carretera, el 3,5 % (6.250 millones).

El inventario de Climate Trace incluye datos sobre emisiones de más de 80.000 fuentes individuales, entre las que se encuentran centrales eléctricas, siderúrgicas, carreteras o yacimientos de petróleo y gas; y rastrea diez sectores y 53 subsectores, como aviación, agricultura, transporte marítimo o residuos. Además, ofrece la posibilidad de examinar los datos por diferentes GEI, como CO2, metano u óxido nitroso.

En esta cumbre del clima también se aportaron datos para demostrar que uno de cada 12 hospitales en todo el mundo, es decir, 16.245 centros, podría enfrentarse al cierre parcial o total a finales de este siglo por episodios meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático si no se eliminan progresivamente las emisiones de combustibles fósiles. Esa es la conclusión de un nuevo informe elaborado por XDI (Cross Dependency Analysis), organización dedicada al análisis de riesgos climáticos físicos.

Los resultados del informe fueron dados a conocer este sábado, antes de que mañana se celebre el Día de la Salud en la 28ª Cumbre del Clima en Dubái.

La investigación evalúa cómo afectarían las emisiones continuadas de gases que calientan el planeta a las inundaciones, la subida el nivel del mar, el riesgo de incendios y las tormentas en las ubicaciones de cerca de 200.000 hospitales. Sus resultados están disponibles a escala mundial, regional, nacional y local, con datos de hospitales concretos. Los mayores riesgos están en los países de ingresos bajos y medianos.

El informe concluye que, si no se eliminan rápidamente las emisiones fósiles, hasta uno de cada 12 hospitales en todo el mundo (es decir, 16.245 centros) corren un alto riesgo de cierre total o parcial por fenómenos climáticos extremos a finales de este siglo.

Esto es casi el doble de los hospitales que actualmente se encuentran en alto riesgo de cierre. Un edificio residencial o comercial con ese nivel de riesgo se consideraría no asegurable.

En España, 35 hospitales correrían un alto riesgo de sufrir daños por fenómenos meteorológicos extremos en 2100 si las emisiones son elevadas, con un aumento del 172% en el riesgo de daños a las infraestructuras hospitalarias. «El cambio climático está afectando cada vez más a la salud de las personas en todo el mundo. ¿Qué sucede cuando el clima severo provoca también el cierre de hospitales? Nuestro análisis muestra que, sin una rápida eliminación gradual de los combustibles fósiles, los riesgos para la salud mundial se exacerbarán aún más ya que miles de hospitales se vuelven incapaces de brindar servicios durante las crisis», explicó Karl Mallon, director de Ciencia y Tecnología de XDI.

Los 16.245 hospitales en alto riesgo de cierre por la crisis climática necesitarán adaptarse, cuando no reubicarse. El 71% de ellos (11.512) se encuentran en países de ingresos bajos y medianos. El análisis constata que los riesgos para los hospitales serían mucho menores con una eliminación rápida de los combustibles fósiles. Con una eficiente reducción de las emisiones que limite el calentamiento global a 1,8 grados con respecto a los niveles preindustriales, los daños previstos para los hospitales a finales de siglo serían la mitad de los esperados si las emisiones son elevadas.

Si las emisiones son altas, el riesgo de daños a los hospitales de todo el mundo debido a condiciones climáticas extremas aumentará más de cuatro veces (311%) a finales de siglo.